Enfermedades que regresaron o se aferran a México

MEXICO.- Enfermedades que los mexicanos creían erradicadas o  que tenían baja incidencia vuelven a causar alerta en los últimos años. La sombría rabia, la antigua tuberculosis, el desagradable virus coxsackie, la temida lepra o la respetada poliomelitis vuelven a poner el foco en las causas que mantienen las alertas en pleno siglo XXI. ¿Qué pasa? ¿Por qué han vuelto o no se fueron?

LA PANDEMIA

A partir del 2021, Trini Astudillo, un médico especialista en el tratamiento de tuberculosis en el estado de Guerrero reconoció que tenía que hacer algo si quería frenar los contagios en Acapulco. A lado de su equipo, el director de Salud Pública de puerto, detectó focos de infección y fue casa por casa para convencerlos de la importancia de aislarse.

“Muchas veces comienzan con una tos que no para y la atribuyen a las secuelas de resfriado hasta que empiezan a sangrar”, observó. “Así fueron contagiando a otros”.

Según datos del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades, en México durante el 2021 hubo un repunte en el número de casos: se registraron 22,275 infecciones y las entidades con mayor incidencia en el segmento poblacional de 25 y 29 años.

Las tendencias han seguido. En el más reciente informe de Vigilancia Epidemiológica se documentó que para la segunda semana de enero hubo 334 nuevos casos en el país y así sumó 514 del 1 al 23 de enero de 2023.

De acuerdo con Elizabeth Castillo, del Laboratorio de Inmunogenética Viral y Bacteriana de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, la pandemia de COVID-19 revirtió muchos de los logros en el acceso a servicios para combatir a la tuberculosis y la reducción en el acceso al diagnóstico y al tratamiento.

El resultado ha sido un aumento de las muertes por este padecimiento. Ocurrió lo mismo con el sarampión, la difteria, tos ferina y tétanos.

Investigadores de la UNAM advirtieron que México tiene desde la pandemia problemas de falta de vacunación por escasez y actualmente hay una cobertura de alrededor de 80%.

“Es muy preocupante porque se considera que, para garantizar que una enfermedad ya erradicada no regrese, se debe tener una cobertura de al menos 95% de la población”, explicó Elizabeth Castillo, del Laboratorio de Inmunogenética Viral y Bacteriana de la Facultad de Medicina.

SORPRESAS

A finales de 2022 y principios de este año, dos animales silvestres, habitantes de algunos de los lugares más remotos del país, le jugaron a México una mala pasada. Un zorro gris y un murciélago retozaban en sus hábitats naturales de los estados de Oaxaca y Sonora cuando se les atravesaron algunos humanos a quienes mordieron.

El país había sido reconocido en 2019 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el primer país que eliminó la rabia transmitida por el perro. En México los últimos dos casos de rabia humana por mordedura de perro ocurrieron en el Estado de México en 2005 y desde entonces dormía en sus laureles.

Sorprendió así a finales del año pasado un aviso epidemiológico para todo el país ante los casos detectados de rabia humana ante diversos incidentes hasta que el gobierno federal informó que fue por causa de otros animales.

El contagio en Nayarit, por ejemplo, fue derivado de la agresión a una persona por un gato sin antecedente de vacunación; en Oaxaca fue por la agresión de murciélago a tres niños mientras dormían en  Palo de Lima en el municipio San Lorenzo Texmelucan, Oaxaca; en Sonora, por el ataque de un zorrillo a un perro en Sonora que luego tuvo contacto con personas.

NEGLIGENCIA

Hasta el 4 de noviembre pasado, la mayoría de los mexicanos no tenía idea de qué era la meningitis hasta que un brote de la enfermedad en el norteño estado de Durango informó que decenas de personas estaban infectadas y estaban muriendo.

La inflamación de las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal, no es contagiosa, pero cuando hay negligencia médica el resultado es mortal.

Desde noviembre a la fecha, la meningitis en Durango se ha cobrado la vida de 36 personas, principalmente mujeres; entre las más recientes una madre de familia de 33 años, Marta Esmeralda León, que dejó huérfanos a dos niños de ocho y 13 años tras dos microinfartos. En total se han contabilizado más de 20 niños huérfanos.

Aunque existen varias líneas de investigación, la principal hipótesis es que los hospitales  privados se contaminaron por medicamentos apócrifos o mediante agujas.

Las autoridades dicen que algunos de los hospitales implicados no contaban con una farmacia regulada legalmente, que los refrigeradores se encontraban en mal estado y en ellos había medicamentos tapados únicamente con algodones.

POBREZA

En días recientes, un brote epidemiológico del virus coxsackie, alcanzó a medio centenar de estudiantes y niños del municipio de San Juan Texhuacan, en la sierra de Zongolica, Veracruz, uno de los más pobres del país. Obligó a la suspensión de clases durante esta semana, el saneamiento de los planteles educativos y medidas sanitarias para cortar el contagio.

En diciembre pasado ocurrió algo similar en el estado de Oaxaca, en escuelas de educación preescolar y primaria de las comunidades de El Mirador, El Pedregal, Los Pinos y la cabecera municipal. Tres meses antes, varios menores refugiados en albergues del estado de Nuevo León también fueron reconocidos por las autoridades estatales.

Este padecimiento es también conocido como la enfermedad de boca, mano, pie y se caracteriza por salpullido en manos y pies, y la aparición de llagas dolorosas dentro y fuera de la boca. Hay fiebre, inapetencia, rinorrea y dolor de garganta, que aparecen entre los tres y cinco días después de la exposición.

El virus del coxsackie ataca a menores de 10 años y se propaga por falta de higiene en zonas de alta marginación como ocurre con la lepra, una enfermedad que México no ha podido erradicar y hay estados donde su presencia es mayor: Sinaloa, Michoacán, Nayarit, Nuevo León y Guerrero concentran 60%.

La académica del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la UNAM, María del Rosario Morales, recalcó que la lepra “no se ha eliminado porque impacta a poblaciones marginadas y pobres, es endémica y no epidémica, entonces, se requieren campañas de concientización”.

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