Tornado en Montebello: El recuento de los daños

Empresario salvadoreño de Niky’s Sports sufrió pérdidas económicas incalculables por el tornado del miércoles; varios negocios resultan afectados

Nicolás "Niky" Orellana lamenta las millonarias pérdidas en su negocio, a causa del tornado en Montebello.

Nicolás "Niky" Orellana lamenta las millonarias pérdidas en su negocio, a causa del tornado en Montebello. Crédito: JORGE LUIS MACÍAS | Impremedia

Nicolás Orellana, propietario de la cadena de tiendas deportivas Niky’s Sports desde hace más de tres décadas es uno de los grandes damnificados del poderoso tornado que azotó el miércoles una gran área comercial en la ciudad de Montebello.

Tanto Orellana como los dueños de decenas de empresas, las pérdidas materiales y económicas son enormes

El impacto del torbellino ocurrido a las 11:20 de la mañana del miércoles, con vientos de hasta 110 millas por hora dañó el techo de la bodega donde tenía cientos de miles de dólares en ropa y artículos deportivos.

El impacto que duró tres minutos aumentó la tragedia porque la tubería de irrigación para incendios se rompió y el agua inundó el negocio.

De hecho, la parte del edificio donde se localiza Niky’s Sports, en el 1200 de la Avenida Vail fue sellado con un anuncio rojo de “insegura”.

“Toda la mercadería se ha estropeado”, dijo Orellana a La Opinión. “Todavía no he podido calcular las dimensiones de los danos”.

En efecto, a través de una puerta metálica y los vidrios de la parte frontal de la bodega se puede observar la magnitud de la catástrofe.

La fuerza del viento arrancó parte del techo, el sistema de ventilación quedó al descubierto y cables eléctricos pendían al viento

“Niky” Orellana es dueño de nueve tiendas deportivas y, como consecuencia del fenómeno meteorológico, la cadena de distribución en su negocio se ha detenido, y, además de tener que lidiar con la aseguradora, desconoce por ahora el futuro de sus 62 empleados.

Severos daños estructurales
Días después del inusual tornado, barredoras y equipos humanos de limpieza removían escombros y toneladas de basura

En el edificio de Koi Koi, un centro de distribución de productos del mar, trabajadores latinos de BluSky, un contratista de restauración y renovación de techados comerciales e industriales, usaban palas y dielgos para levantar residuos del techo.

El techo del edificio, ubicado en el 1146 de la Avenida Vail fue destrozado en un 40 por ciento, dijo Guillermo Casillas, supervisor de los trabajadores de BluSky, la empresa dedicada a responder de inmediato a emergencias, a través de las compañías aseguradoras de las empresas.

“Hemos estado limpiado las 24 horas del día, de forma consecutiva”, dijo Casillas a La Opinión. “El tornado penetró a través del techo, daño las paredes y arrancó las puertas”.

El inmueble también fue declarado inseguro y solamente algunos camiones pudieron ingresar por parte trasera, en el área de recepción y envíos.

“Los daños estructurales son peligrosos”, dijo Casillas. “No todo el edificio se ha dañado, pero reparar el techo, al menos será aproximadamente un millón de dólares”.

Fue un tornado ‘débil’
Según autoridades del Servicio Meterologico Nacional en Ornad/Los Angeles (NWS), el tornado “débil” EF-1 en Montebello, entró con vientos de una velocidad de 110 millas por horas. La medición EF-1 corresponde torbellinos de entre 86 y 110 millas por hora, según la Escala Fujita Mejorada o Escala EF que califica la velocidad estimada del viento.

Un tornado se forma a partir de una gran tormenta eléctrica. Dentro de las nubes de una tormenta, el aire cálido y húmedo se eleva, mientras que el aire frío desciende, junto con la lluvia o el granizo, similar al que cayó el miércoles en Montebello.  

Estas condiciones pueden causar corrientes de aire giratorias dentro de la nube. Aunque las corrientes giratorias comienzan siendo horizontales, pueden volverse verticales y caer desde la nube, convirtiéndose en un tornado. 

“Tienen que juntarse todos los ingredientes para que se formen los remolinos”, dijo a La Opinión el doctor Ariel Cohen. meteorólogo a cargo de la Oficina de Pronósticos del NWS. “Pero no necesariamente tienen que presentarse fuertes ráfagas de viento”. 

Cohen destacó que el tornado ha sido el más fuerte que se haya registrado en el área metropolitana de Los Ángeles. En 1983 se presentó un tornado F2 (11-135 millas por hora).

‘Sentí como que se me venía el mundo encima’

Justamente la velocidad del viento arrancó los techos de varios edificios industriales y dejó 17 estructuras dañadas, 11 de las cuelas fueron etiquetadas como inseguras para las personas.

James Park, quien renta la bodega de su negocio Harams International Inc., en el 1204 sur de la Avenida Vail expresó que solamente una parte del techo fue dañada, pero no fue demasiada la furia de naturaleza, en comparación con su vecino de Niky’s Sports.

“El dueño de la propiedad se está haciendo cargo del problema”, dijo Parks. “Pero fue terrible”.

En ese negocio de ensamblaje de baleros y suministros industriales, el trabajador mexicano David Pureco, originario de Michoacán trabajaba a oscuras, y ayudándose apenas con una linterna.

“Nunca había sentido tanto miedo como ese día”, dijo David, quien lleva cuatro años trabajando en ese lugar. “Sentí como que se me venía el mundo encima”.

Desde 1951 hasta 2022, California experimentó 469 tornados, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica. Un total de 45 sucedieron en el condado de Los Ángeles.

El último tornado importante en el área de Los Ángeles, clasificado como EF0 o de baja intensidad, fue en diciembre de 2014 y golpeó el área de Inglewood y el sur de Los Ángeles, según el Servicio Meteorológico Nacional.

En la zona del desastre, Raquel Jiménez, dueña de Leuqar Design Studio Inc., una compañía de diseño y confección de ropa comentó que, por alguna razón el miércoles apenas tenía entreabierta la cortina de la bodega donde tiene las telas y máquinas de coser.

“Solamente se metió el aire”, dijo, mientras que su trabajadora, Andrea Amigón, de Puebla, México, añadió: “Estuve un poquito asustada, pero le recé a la Virgen de Guadalupe para que nos protegiera”. Ella, de hecho, tiene a un costado de su máquina de coser una estampa de la “Morenita del Tepeyac”.

Su automóvil resultó dañado
Pero a quien no le fue del nada bien fue al guerrerense Víctor Aguilar. Su camioneta Chevy Tahoe gris fue impactada por un contenedor de basura que fue arrasado por la fuerza de los vientos. El automóvil estaba en el estacionamiento de su trabajo en Lux Building Supply y presenta una abolladura en una puerta trasera y una ventanilla rota.

Acompañado de personal de la empresa, Aguilar acudió al módulo de información y ayuda de “Recuperación del Tornado”.

Tras conversar con algunos representantes del Departamento de Oportunidades Económicas, la respuesta que obtuvo fue que no le podían ayudar.

Para colmo de sus males, él solamente cuenta con el seguro mínimo de responsabilidad para su automóvil.

“Si aplicamos por el subsidio de $15,000 que está ofreciendo el condado, quizás de ese dinero podamos ayudar a don Víctor”, dijo una representante de la compañía que no quiso identificarse. “Ahora, también faltaría que aprueben nuestra petición de ayuda”.


Feria de recursos
El próximo martes, de 10:00 a.m. a 4:00 p.m., la supervisora Hilda Solís, autoridades de Montebello y del departamento de Oportunidades Económicas del condado de Los Ángeles sostendrán una feria de recursos de “rápida respuesta” para negocios locales y trabajadores impactados por el tornado, en The Ark Montebello, en el 931 sur de la Avenida Maple.

“Este problema es, como que se te para el corazón y no te llega nada de sangre a través de las arterias”, describió Nicolás Orellana. “Pero, soy como un guerrero que no se resigna a perder la batalla”.

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