La sombra del crimen organizado que ha pesado sobre Joan Sebastian y su familia
Aunque el cantante Joan Sebastian siempre negó cualquier vínculo con la delincuencia, la muerte y amenazas contra sus seres queridos generó varias dudas
El género regional mexicano es uno de los favoritos de los narcotraficantes, tal como se ha hecho evidente en más de una ocasión a través de fiestas organizadas por líderes criminales, las cuales son amenizadas por artistas de renombre.
Es en estos eventos en donde los famosos llegan a conocer a los delincuentes más peligrosos que son buscados por las autoridades, algo que podría generar una convivencia más cercana que los pone en riesgo a ellos o a sus propias familias.
Un ejemplo de esto es el de Joan Sebastian, quien, de acuerdo con la periodista Anabel Hernández en su libro “Emma y otras señoras del narco”, llegó a ser anfitrión de una reunión de capos como el Chapo Guzmán y Arturo Beltrán Leyva.
Aunque el “Rey del Jaripeo” siempre negó cualquier vínculo con el crimen organizado y nunca se le pudo comprobar nada, la muerte y amenazas contra sus seres queridos generó dudas sobre la participación del narcotráfico en estos crímenes.
En 2006 murió Trigo Figueroa, hijo que tuvo el cantante con Teresa González, quien se encontraba deteniendo a una multitud que quería acercarse a su padre tras un concierto. En ese momento, fue ejecutado por un hombre que sacó un arma y de manera inesperada disparó contra él.
Años después, en 2019, Hugo Figueroa, sobrino de Joan Sebastian, fue hallado sin vida en Michoacán, días después de que fuera secuestrado por un comando armado durante un jaripeo.
Hugo era propietario del rancho “La Misión”, en donde se dedicaba a la crianza de ganado con el que recorría diversas plazas del país para ofrecer espectáculos de jaripeo.
Otro familiar de Joan Sebastian que tampoco se ha salvado es su propio hermano, Federico Figueroa, quien ha recibido diversas amenazas por parte de los cárteles de la droga.
La última de estas advertencias se registró hace unas semanas en el estado de Morelos, en donde apareció una manta en la que el Cártel de Sinaloa lo acusa de presuntos vínculos con La Familia Michoacana.
“Se le avisa al señor Federico Figueroa que ya sabemos que está apoyando a la Familia Michoacana. El palenque de la feria de Morelos no te vamos a dejar hacerlo, porque no queremos a esa gente corriente que tiene a gente de Guerrero. Aquí la plaza tiene dueño y es el Cártel de Sinaloa”, decía el mensaje.
Lo cierto es que, pese a todos estos hechos, Joan Sebastian siempre negó cualquier vínculo con la delincuencia y llegó a declarar alguna vez: “Yo no soy narcotraficante. Traigo 500 o más hombres armados con picos, palas, machetes, pico y pincel. Picando piedra, labrando un sueño, buscando un México próspero, honrado, trabajador… Eso es lo que hacemos aquí”.
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