Hallan bacterias peligrosas y resistentes en el 40% de muestras de carne de supermercado
Cuarenta de los 100 productos cárnicos de supermercados analizados en laboratorio contenían E. coli multirresistente a antibióticos
Las bacterias resistentes a los medicamentos continúan reproduciéndose y un reciente estudio encontró que éstas pueden encontrarse en una importante numero de productos cárnicos de los supermercados.
Tras un intensó estudio que incluyó análisis de laboratorio, en una investigación española se detectaron E. coli multirresistentes en el 40% de las muestras de carne de supermercado analizadas.
La investigación destaca que las bacterias multirresistentes pueden propagarse de los animales a los humanos a través de la cadena alimentaria pero, debido a sensibilidades comerciales, los datos sobre los niveles de bichos resistentes a los antibióticos en los alimentos no están ampliamente disponibles.
Para saber más, las doctoras Azucena Mora Gutiérrez y Vanesa García Menéndez, de la Universidad de Santiago de Compostela-Lugo (Lugo, España), junto con colegas de otros centros de investigación, diseñaron una serie de experimentos para evaluar los niveles de Enterobacteriaceae multirresistentes y patógenos extraintestinales (Klebsiella pneumoniae, E. coli y otras bacterias que pueden causar infecciones multirresistentes como sepsis o infecciones urinarias) en la carne a la venta en los supermercados españoles.
Analizaron 100 productos cárnicos (25 de pollo, pavo, ternera y cerdo) elegidos al azar en supermercados de Oviedo durante 2020.}
Los hallazgos
La mayoría (73%) de los productos cárnicos contenían niveles de E. coli que estaban dentro de los límites de seguridad alimentaria.
A pesar de ello, casi la mitad (49%) contenía E. coli multirresistente y/o potencialmente patógena. Se recuperaron y caracterizaron 82 cepas de E. coli. Además, se recuperaron 12 cepas de K. pneumoniae de 10 de los 100 productos cárnicos (7 de pollo, 2 de pavo y 1 de cerdo).
Cuarenta de los 100 productos cárnicos contenían E. coli multirresistente (56 de las 82 E. coli caracterizadas). Entre ellas había E. coli productoras de betalactamasas de espectro extendido (BLEE), enzimas que confieren resistencia a la mayoría de los antibióticos betalactámicos, incluidas las penicilinas, las cefalosporinas y el monobactámico aztreonam.
El porcentaje de muestras positivas a la presencia de E. coli productora de BLEE por tipo de carne fue: 68% pavo, 56% pollo, 16% ternera y 12% cerdo. Esta mayor presencia de cepas de E. coli productoras de BLEE en aves de corral en comparación con otros tipos de carne se debe probablemente a diferencias en la producción y el sacrificio.
Los autores de la investigación, que en un estudio anterior informaron de altos niveles de bacterias potencialmente capaces de causar infecciones humanas graves y/o multirresistentes en el pollo y el pavo, afirman que su última investigación muestra que los consumidores también pueden estar expuestos a estas bacterias a través de la carne de vacuno y de cerdo.
Piden que se evalúen periódicamente los niveles de bacterias resistentes a los antibióticos, incluida la E. coli ExPEC, en los productos cárnicos.
“Las intervenciones desde la granja hasta la mesa deben ser prioritarias para proteger al consumidor. Por ejemplo, la aplicación de métodos de laboratorio de vigilancia que permitan estudiar más a fondo las bacterias de alto riesgo (en animales de granja y carne) y su evolución debido a los últimos programas de restricción de la UE sobre el uso de antibióticos en medicina veterinaria”, dijo la Dra. Mora.
La especialista también señaló que los consumidores tienen un papel trascendental para evitar que se propaguen estas bacterias y lograr la seguridad alimentaria.
“El consumidor desempeña un papel clave en la seguridad alimentaria mediante una manipulación adecuada de los alimentos. Los consejos a los consumidores incluyen no romper la cadena de frío desde el supermercado hasta el hogar, cocinar bien la carne, almacenarla adecuadamente en el frigorífico y desinfectar adecuadamente los cuchillos, tablas de cortar y otros utensilios de cocina utilizados para preparar la carne cruda, a fin de evitar la contaminación cruzada. Con estas medidas, comer carne se convierte en un placer y en un riesgo cero”, concluyó.
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