Cómo jugar lotería en exceso puede afectar tu salud mental

Aunque parezca una actividad inofensivo y recreativa, jugar lotería de forma compulsiva puede tener graves consecuencias en tu salud mental (y también en tu economía).

Según Mayo Clinic, el juego compulsivo también conocido como trastorno del juego, es el impulso incontrolable de seguir apostando sin darle importancia a arriesgar algo que valoras con la esperanza de ganar algo de mayor valor.

Recientemente un hombre en Texas ganó $95 millones de dólares en la lotería y decidió recibir solo la mitad del premio para recibirlo de inmediato y no esperar el pago completo pero en cuotas distribuidas a lo largo del año.

Jugar lotería puede estimular el sistema de recompensa del cerebro igual que las drogas ilícitas o el alcohol. Por lo tanto podemos volvernos adictos sin darnos cuenta en un abrir y cerrar de ojos. 

Por ejemplo, es posible que hagas apuestas continuamente que te lleven a perder, agotar tus ahorros y endeudarte. 

En su sitio web, Mayo Clinic dice que el juego compulsivo es una afección grave que puede destruir vidas. “Aunque tratar juego compulsivo puede ser desafiante, muchas personas que luchan contra este han encontrado ayuda mediante el tratamiento profesional”, aseguran.

Además, muchos sociólogos y economistas han argumentado que las loterías son negativas para la sociedad, ya que drenan los recursos de las personas que no pueden permitirse gastar dinero en ilusiones.

El Financial News Media dice que alrededor del 85 % de los estadounidenses han jugado al menos una vez en la vida, y se espera que el mercado global de juegos de azar crezca.

Cómo saber si te volviste adicto a jugar lotería

Estos son algunos signos que pueden despertar las alertas si tú o un familiar es adicto al juego:

• Mucha preocupación por apostar.
• Necesidad de apostar cantidades cada vez mayores de dinero.
• Intentar controlar, corregir o abandonar las apuestas y no poder hacerlo.
• Sentirse intranquilo o irritable cuando se intenta dejar las apuestas.
• Apostar para evadir los problemas o aliviar sentimientos de impotencia, culpa, ansiedad o depresión.
• Intentar recuperar el dinero perdido apostando más.
• Mentir a familiares o a otras personas para ocultar la gravedad de la manera en que juegas compulsivamente.

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