Hija de inmigrantes oaxaqueños que se convirtió en madre a los 14 años es aceptada en UCLA

Se gradúa de la escuela Magnolia Science Academy-4 de Venice, especializada en ciencias

Celeste Gutiérrez celebra    que fue aceptada en UCLA. (Cortesía)

Celeste Gutiérrez celebra que fue aceptada en UCLA. (Cortesía) Crédito: Cortesía

A sus 18 años, con la gran responsabilidad de ser madre de un niño con necesidades especiales, Celeste Gutiérrez se graduó de la secundaria Magnolia Science Academy-4 Venice, y fue aceptada en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).

A partir del otoño, asistirá a clases a UCLA con lo que se convierte en la primera en su familia en ir a la universidad, y vence los pronósticos en contra que por lo general predicen que las adolescentes que se convierten en madres abandonan sus estudios.

Celeste los abandonó temporalmente, pero con el apoyo de su familia y su comunidad escolar, logró terminar la secundaria y se encamina hacia la universidad.

“No estoy segura qué carrera quiero estudiar y qué hacer. No me quiero limitar en mi primer año. UCLA tiene muchas carreras. Por lo pronto, estoy muy feliz de que me hayan aceptado, y quiero en el primer año explorar todo antes de decidirme por una especialidad”.

Lo que sí le queda claro a esta joven mamá es que a sus 30 años se visualiza como una mujer dedicada a su trabajo y a su hijo. “Yo quiero hacer una carrera que me dé el tiempo para dedicarle a mi hijo”.

Celeste Gutiérrez determinada a ir a la universidad. (Cortesía)
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Hija de inmigrantes oaxaqueños, trabajadores del campo, nació en Santa María, California; y creció en Lamont, una pequeña comunidad cerca de Bakersfield.

“A los 14 años me quedé embarazada. Mi hijo fue un niño deseado. Pensaba que sería como cuidar a mis hermanitos. No sabía que tener un hijo era una responsabilidad las 24 horas del día”.

Debido al bullying que sufrió al estar embarazada, decidió dejar de ir a la escuela. “Yo era una niña problemática. No me dejaba y contestaba las agresiones. Cuando me embaracé, dejé la escuela para estar más tranquila”.

Con el apoyo de su papá que se vino a vivir a Los Ángeles, y de la abuela paterna de su hijo que le cuidaba al menor, regresó a la escuela.

“Yo vi como batalló mi mamá; y a mi papá con dos trabajos. Yo misma iba con mi mamá a trabajar al campo. Así que regresé a la escuela con la esperanza de tener mejores oportunidades para mi hijo y para mí”.

Con el apoyo de su comunidad escolar, retornó para el grado 11 para completar sus clases y en el otoño de 2022, se graduó de la secundaria con un promedio de 3.44.

“Nuestra comunidad escolar no se dio por vencida con ella. Nos unimos a Celeste para proporcionar donaciones como ropa, libros, pañales, un asiento para el automóvil y apoyo socioemocional continuo”, dijo Musa Avsar, directora de MSA-4.

“La trabajadora social y la maestra de español de la escuela trabajaron en estrecha colaboración con Celeste para asesorar y asegurarse de que se sintiera apoyada y permaneciera en la escuela. Estamos muy orgullosos de sus logros y compartimos su éxito”.

Celeste Gutiérrez junto a la consejera Marilyn López. (Cortesía)
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 La consejera Marilyn López comentó que Celeste es muy trabajadora y fuerte. Ella terminó todas sus clases el pasado otoño y ahora va a UCLA. Continuaremos dándole apoyo mientras transita al Colegio y a través de su educación superior”.

Celeste dice que una gran inspiración fue la doctora Marlene Castañeda, quien fue su maestra en español, quien también fue mamá joven. “Ver como batalló por estar dónde está y su honestidad me motivaron mucho”.

Se graduó de la secundaria en diciembre.

“Mis papás está muy orgullosos, y yo estoy muy contenta porque demostré a quienes me ayudaron y a mi misma, que mis llantos y sacrificios han valido la pena”.

Cuenta que solicitó el ingreso a 4 universidades y dos colegios, y en todas la aceptaron, pero se decidió por UCLA porque en una excursión que hizo cuando estaba en quinto grado al campus cuando estaba en la secundaria, se imaginó estudiando ahí. Eso hizo toda la diferencia a la hora de tomar la decisión final.

“He conseguido varias becas para la universidad, pero también voy a seguir trabajando medio tiempo. Ahora estoy trabajando como hostess y mesera en un restaurante”.

La MSA-4 en Venice es parte de la red de escuelas de ciencias Magnolia Public School. Tiene una población estudiantil de 107 alumnos; 86% latino y 96% son parte del programa de almuerzo reducido o están inscritos en un programa nacional de apoyo a estudiantes en situación de riesgo.

Celeste Gutiérrez quedó embarazada a los 14 años. (Cortesía)
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También una gran cantidad, son estudiantes de inglés y de educación especial.

La escuela cuenta con una tasa de graduación de la escuela secundaria del 100%.

Entre 2019-2022, MSA-4 vio aumentar los puntajes de las pruebas SBAC (Smarter Balanced Assessment System) del Departamento de Educación de California entre los estudiantes con brechas de aprendizaje significativas. Los aprendices de inglés experimentaron un aumento del 56 % en el nivel de crecimiento. 

Según los funcionarios escolares, las clases pequeñas y las intervenciones como la tutoría personalizada, la escuela de los sábados, un programa de horas de estudio al final del día escolar donde los maestros trabajan en estrecha colaboración con los estudiantes y la escuela de verano ayudan a cerrar las brechas de aprendizaje.

Además, la escuela actualmente tiene 42 estudiantes inscritos en su programa de inscripción dual de 3 años en asociación con L.A. Valley College, que ofrece dos cursos de nivel universitario para estudiantes de MSA-4.

A través de este programa, los estudiantes se graduarán con un diploma de escuela secundaria y un título de Asociado en Artes (AA). Para cuando se gradúen de la escuela secundaria, los estudiantes estarán listos para la universidad y ahorrarán dinero al pasar directamente al tercer año de la universidad.

“Somos una escuela centrada en el estudiante”, dijo Avsar.

“Construimos alianzas y encontramos recursos que identificarán la necesidad de cada niño y brindarán el apoyo que necesitan para tener éxito. Al igual que con Celeste, queremos ver a todos nuestros estudiantes alcanzar su máximo potencial”.

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