“Las cosas no son como las contaron”, abogados del hispano que mató a cinco hondureños en Texas
Los representantes legales de Francisco Oropesa, el hombre que disparó con un rifle AR-15 a sus vecinos, aseguran que muy pronto se darán a conocer datos hasta ahora no revelados a la opinión pública sobre la relación que su cliente tenía con sus vecinos
Los abogados de Francisco Oropesa, el hispano acusado de matar a cinco vecinos hondureños con un rifle AR-15 el pasado mes de abril en Texas, señalaron en entrevista con Telemundo que es muy probable que se reconsidere la acusación contra su cliente por la masacre cometida, lo que le llevaría a enfrentar una pena de muerte en caso de ser declarado culpable.
Lisa Andrews y Tony Osso dijeron que muy pronto se irán conociendo datos hasta ahora no revelados a la opinión pública y qué tienen que ver con la relación que Oropesa tenía con sus vecinos hondureños.
“Hemos recibido muchas llamadas, muchos testimonios de miembros de la comunidad entre la relación Francisco y sus vecinos. Lo único que podemos decir es que las cosas no son como las pintaron en un principio, hay mucho que va a salir a la luz”, dijo Ana Paula Funes-Baker.
A decir de los abogados, su cliente y sus vecinos eran amigos, sin embargo, la relación se desgastó debido a los problemas que surgieron entre ellos por los ataques que recibieron los animales de su cliente por parte de las mascotas de las víctimas.
Andrews y Osso indicaron al medio antes citado que los perros de las víctimas le mataron a Oropesa una oveja y gallinas.
La defensa de Oropesa también señaló que era “muy temprano” para saber qué fue lo que realmente pasó aquella noche donde murieron cinco personas, entre ellas un menor de 8 años.
Si bien la defensa de Francisco Oropesa busca detalles que rebajen la condena de su cliente, la Fiscalía buscará aumentar los cargos contra el mexicano, porque así lo contempla la Legislación Penal de Texas.
“Nosotros vamos a buscar justicia. Una respuesta justa para todos. Ese señor Oropesa lo merece“, dijo Ron Freyer, de la Fiscalía del condado de San Jacinto, Texas.
Oropesa llegó por primera vez a la Corte del Condado de San Jacinto para comparecer, pero en todo momento se mostró en silencio.
Las víctimas de la masacre fueron identificadas por funcionarios consulares de Honduras como Daniel Enrique Lazo-Guzmán, de 8 años, su madre Sonia Argentina Guzmán, de 25 años, Diana Velázquez Alvarado, de 21 años, Julisa (Obdulia) Molina Rivera, de 31 años, y José Jonathan Cáceres, de 18 años.
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