Un juez bloquea la ley de Carolina del Sur que prohíbe el aborto después de 6 semanas de embarazo

Un juez de Carolina del Sur accedió el viernes a la solicitud de los proveedores de servicios de aborto de bloquear una ley de prohibición de aborto después de las seis semanas de embarazo que fue promulgada por el gobernador Henry McMaster el jueves, mientras continúa el desafío legal en ese estado contra la restricción del derecho al aborto, confirmó Planned Parenthood South Atlantic a ABC News.

Planned Parenthood, uno de los proveedores involucrados en la demanda, celebró en Twitter la decisión de que el aborto continúe siendo legal en Carolina del Sur.

El juez Clifton Newman, del condado de Richland, emitió la decisión de suspender temporalmente la aplicación de la nueva ley hasta que la Corte Suprema del estado revise la demanda presentada por la organización Planned Parenthood y otros proveedores de servicios de planificación familiar, que tilda la regulación de “inconstitucional”.

La nueva ley sobre el aborto en ese estado contempla solamente algunas excepciones en casos de anomalías en el feto, riesgo a la salud de la madre, violación o incesto.

“El tribunal ha concedido a nuestras pacientes un alivio ante esta prohibición del aborto peligrosa. Nuestras puertas permanecen abiertas y estamos aquí para brindar atención médica”, dijo la directora de la organización en la región, Jenny Black, en un comunicado.

Por su parte, el gobernador McMaster escribió en su cuenta de Twitter que continuará “luchando por proteger las vidas de los no nacidos” en el estado. “Espero que la Corte Suprema tome este caso con prontitud”, señaló el republicano.

No es la primera vez que Carolina del Sur trata de restringir el acceso al aborto: en enero, el Tribunal Supremo del estado suspendió una ley similar a la ratificada hoy, argumentando que iba en contra del derecho a la privacidad protegido por la Constitución estatal.

Sin embargo, la jueza que lideró esa decisión se retiró poco después y fue reemplazada por un juez que tiene el apoyo del ala más conservadora del Partido Republicano.

La medida es la última en una serie de restricciones al aborto aprobadas en estados gobernados por republicanos. Quince estados han suspendido casi todos los servicios de aborto desde que la Corte Suprema anuló Roe vs Wade, poniendo fin a las protecciones federales para el derecho al aborto.

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