Por qué no está bien tomar agua gasificada todos los días

El agua carbonatada es agua (H2O) que ha sido infundida con gas de dióxido de carbono (CO2) a alta presión, como resultado se obtiene una bebida "gaseosa" que puede venir en varias formas diferentes

Por qué no está bien tomar agua gasificada todos los días

Algunas marcas de agua con gas pueden contener aditivos adicionales para mejorar su sabor. Crédito: LifeInCaption | Shutterstock

A menudo aclamada como una alternativa más saludable a los refrescos, el agua con gas ha visto un gran aumento en popularidad en los últimos años, y se espera que esa tendencia siga creciendo.

Esta bebida burbujeante está disponible en todos los sabores que te puedas imaginar, e incluso puedes prepararla en casa. El agua con gas es una excelente manera de mantenerte hidratado, especialmente si eres de las personas que se aburren de beber agua pura.

Pero a medida que más opciones burbujeantes llenan el pasillo del supermercado, es posible que se pregunte si realmente puede reemplazar el agua sin gas y si es malo para usted de alguna manera.

Qué es el agua con gas

El agua carbonatada es simplemente agua (H2O) que ha sido infundida con gas de dióxido de carbono (CO2) a alta presión. Este proceso crea una bebida “gaseosa” que puede venir en varias formas diferentes, que incluyen agua mineral, gaseosa, agua mineral con gas y agua tónica.

Lo que diferencia a este tipo de bebidas depende de varios factores, como sus métodos de carbonatación, las fuentes de agua y los ingredientes agregados.

Algunas marcas de agua con gas pueden contener aditivos adicionales para mejorar su sabor, como sodio, edulcorantes artificiales y agentes saborizantes, por lo que es importante revisar la etiqueta antes de comprar.

Al seleccionar un agua con gas, asegúrate de buscar las que sean bajas en calorías y azúcar. Evita las opciones con jarabe de maíz alto en fructosa, sodio o saborizantes y edulcorantes artificiales como el aspartamo y la sucralosa.

Siempre es más inteligente optar por agua carbonatada, soda o agua mineral con gas en lugar de agua tónica.

Aunque hay muy pocas razones para preocuparse por beber ‘demasiada’ agua con gas realidad se trata de tolerancia personal.

Dado que el agua con gas contiene gas CO2, las burbujas en esta bebida gaseosa pueden causar síntomas de eructos e hinchazón. Además, aquellas que contienen edulcorantes artificiales pueden causar diarrea e incluso alterar el microbioma intestinal.

Si sufres de problemas gastrointestinales como el síndrome del intestino irritable (IBS, por sus siglas en inglés), particularmente si experimentas diarrea como síntoma recurrente, no debes tomar agua gasificada con frecuencia.

De hecho, esto puede deshidratarte y anular todo tu esfuerzo de hidratación burbujeante.

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