Trabajador externo del SoFi Stadium es despedido tras derribar carritos de vendedores ambulantes hispanos
El empleado causó lesiones a una niña de 12 años que cuidaba el carrito de comida de sus padres; funcionarios del estadio dijeron que el trabajador pertenecía a un proveedor externo
Un trabajador que fue captado en video derribando dos carritos de comida de vendedores ambulantes hispanos en el exterior del SoFi Stadium fue despedido, informaron este martes funcionarios del inmueble.
El empleado, que vestía una camiseta de “SoFi Stadium Guest Experience”, tuvo un incidente con vendedores ambulantes después de un concierto la noche de este sábado. El trabajador agredió a una niña de 12 años que cuidaba el carrito de comida de sus padres, además de volcar dos carritos con alimentos.
Los funcionarios del SoFi Stadium aclararon que la persona que tuvo el incidente con los vendedores ambulantes no laboraba directamente para el estadio, sino para un proveedor externo.
“Estamos conscientes de que sucedió un incidente la noche del sábado en el exterior del estadio y estamos trabajando con las fuerzas del orden público para investigar el asunto. La persona involucrada fue empleada de un proveedor externo y nos han informado que desde entonces fue despedido”, dijeron funcionarios del SoFi Stadium en un comunicado.
“Mantener un entorno seguro es nuestra prioridad número uno y continuaremos evaluando periódicamente el personal y los protocolos de todos nuestros proveedores para garantizar una experiencia de entretenimiento agradable”, agregaron.
La agresión contra los vendedores ambulantes sucedió la noche del sábado después de un concierto de Romeo Santos en el inmueble de Inglewood.
Uno de los vendedores afectados, Luis Franco, explicó que el trabajador les había pedido que se retiraran de la entrada. El hispano aseguró que cumplieron con la indicción, pero momentos después el empleado regresó, comenzó a discutir, amenazó a los vendedores y luego volcó los carritos.
El vendedor ambulante hispano dijo que los daños y la comida desperdiciada le representó una pérdida aproximada de $500 dólares.
Uno de los carritos que volcó el trabajador estaba al cuidado de una niña de 12 años que se encontraba acompañada de dos hermanos. Su madre se había retirado por un momento mientras usaba el baño.
La madre mencionó que su hija resultó con algunas lesiones cuando fue golpeada por algunos de los artículos derribados.
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