Profesores y estudiantes de química temen ser reclutados por los cárteles mexicanos para producir drogas
Durante los últimos años, los profesores y estudiantes de química se han convertido en objetivo del crimen organizado, algo que aumentó con la llegada del fentanilo
El 30 de abril de 2021 un crimen cimbró a la comunidad estudiantil de Tijuana, pues un joven de la Universidad Autónoma de Baja California fue asesinado por tres hombres que entraron a su casa.
Aunque la víctima, identificada como Juan Manuel Delgado Cárdenas no tenía ningún tipo de nexo con la delincuencia organizada, parece que su muerte sí estaba relacionada al mundo del narcotráfico, y su único pecado fue estudiar la carrera de química.
Así lo revelaron algunos de sus amigos al ser entrevistados por el semanario local Zeta, en donde afirmaron que el ataque contra Delgado Cárdenas había sido una represalia por negarse a trabajar para los grupos criminales que operaban en la zona.
De acuerdo con el diario El Heraldo de México, los fiscales de Baja California siguieron esta línea de investigación, dirigiendo sus averiguaciones a descubrir si la víctima había sido abordada por su conocimiento químico y si le habían pedido que produjera drogas sintéticas.
Al parecer, este fue uno de los primeros casos en los que los cárteles de la droga, principalmente el de Sinaloa, pusieron sus ojos en profesores y estudiantes de química para procesar sus drogas, algo que, incluso, ya fue documentado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Esta situación genera preocupación en los campus universitarios. Durante una investigación a lo largo de un año sobre precursores químicos que realizó el sitio InSight Crime, numerosos profesores de química manifestaron que les preocupaba que ellos y sus estudiantes pronto se convirtieran en objeto de tácticas agresivas de reclutamiento.
Su función se ha vuelto crucial. Los expertos en química ayudan a orientar todo el proceso de producción, ayudando a brindar capacitación y recetas a “cocineros” con menos experiencia que operan instalaciones en todo el país de manera muy descentralizada. Las consecuencias de estos procesos muchas veces rudimentarios pueden llegar a ser fatales.
De acuerdo con el medio citado, no es sorpresa que en los últimos años los químicos se hayan convertido en objetivo del crimen organizado. Un grupo de profesores de química del estado de Baja California confesaron a InSight Crime que sentían temor de ser blanco de grupos criminales.
Una de ellos refirió que en los años noventa varios individuos la contactaron para que los ayudara a producir metanfetamina. Otros dijeron que se resistían a revelar a la gente que se dedicaban a la química para evitar atraer atención de personas equivocadas.
“Como químicos nos sentimos cada vez más inseguros”, dijo uno de ellos. “Cualquier persona puede ser reclutada y negarse puede hacer que te maten”, agregó.
Sin embargo, existe el otro lado de la moneda, pues, según un profesor de química en Sinaloa, algunos estudiantes se han inscrito a sus cursos con la sola intención de aprender cómo producir drogas sintéticas. Ha aumentado tanto el interés en las técnicas de producción específicas, que dejó de enseñarlas y se ha centrado en mantener a los estudiantes a salvo.
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