Geraldine Bazán asegura que su divorcio de Gabriel Soto le cambió la vida para bien
La actriz reflexionó sobre lo que ha sido de su vida después de que tomara la decisión de separarse de Gabriel Soto, con quien estuvo casada poco más de un año, aunque tuvieron una relación de más de diez, además de que es el padre de sus hijas
La actriz comentó que hay algunos puntos positivos de haberse separado del actor y padre de sus hijas. Crédito: Pascal Le Segretain | Getty Images
Geraldine Bazán vivió una historia de amor con Gabriel Soto que culminó cuando se oficializó su divorcio en 2018, y ahora que en meses recientes confirmó que se encuentra en una relación, decidió hablar sobre los beneficios que trajo a su vida separarse del padre de sus hijas, Elisa y Alexa.
La actriz se refirió a esta situación en un encuentro con medios de comunicación en el aeropuerto de la Ciudad de México y entre las mayores ventajas que dijo tiene estar separados, es que comparten la custodia de las niñas, dejándole tiempo libre a ella para hacer otras actividades.
Aunque también reveló que las extraña cuando no están, también consideró que es apropiado que cada uno de los padres se haga cargo de ellas por diferentes periodos de tiempo. “Claro que definitivamente siempre es difícil, las extraño muchísimo, pero bueno, es lo que hay, lo que se debe hacer, y se puede decir que es parte de los beneficios del divorcio”, comentó.
Por otra parte, en medio de los rumores de que su relación con Gabriel Soto no es buena, ella dejó claro que sus vidas estarán unidas de por vida, por lo que es necesario que tengan una relación cordial.
“Es sumamente importante. Al final, digámoslo así, eres parte de una sociedad en donde la empresa más importante son tus hijos, eres socio de por vida”, comentó la actriz y agregó, “tienes un ‘partner’ con el cual debes de llegar a negociaciones, a buenos arreglos y a comunicación, siempre por el bienestar de tus hijos”.
Y expresó que el diálogo y la comunicación son elementos muy importantes para conseguirlo y que no sólo deben de existir con su expareja, también con sus hijas. “Con el diálogo y la comunicación necesaria para que puedan preguntar y que podamos dialogar de todo, con mucho amor. Los límites se ponen con amor y con ejemplo”, explicó.
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