Trabajadores de hoteles marchan en Los Ángeles decididos a aguantar la huelga
En el Día de la Independencia, miles de empleados se mantienen firmes en su paro laboral; hasta hoy no hay indicios de solución
Unos 3,000 trabajadores de hoteles en Los Ángeles amparados por el sindicato Unite Here Local 11 y de todo el sur de California marcharon decididos a aguantar su huelga por el tiempo que sea necesario, a fin de conseguir el objetivo de un aumento de $5,00 por hora y no perder el seguro médico.
“Seguiremos hasta que truene”, dijo Claudia Sandoval, una lavaplatos del Hotel Índigo, donde unos 138 trabajadores se sumaron a la huelga decretada a las 6:01 de la mañana del domingo.
A pesar de una temperatura superior a 80 grados en el 4 de julio, los miles de trabajadores desafiaron el calor abrasador y concentraron su manifestación y marcha desde el hotel Intercontinental sobre la calle Figueroa hasta el hotel JW Marriott en L.A. LIVE.
“Lucho por mis derechos” dijo Herminia Ramírez Valencia, de 62 años, de los cuales 37 los ha dedicado a la limpieza de hoteles.
“Aquí, en el hotel (Índigo) llevo dos años”, declaró. “Pero, imagínese, tardé un año para que me aprobaran una cita para hacerme un mamograma”.
De los 32,000 trabajadores de hoteles, restaurantes, aeropuertos, estadio deportivos y centros de convenciones que representa el sindicato Unite Here Local 11 en su sur de California y Arizona, unos 3,000 de los 15,000 que están en huelga, salieron a las calles céntricas de la ciudad para protestar por la ausencia de un contrato laboral y para denunciar las condiciones en que se desempeñan en el día a día.
“¡InterContinental escucha, estamos en la lucha!”, ¡Hilton escucha, estamos en la lucha!”, “¡Sin contrato, no hay paz!”, gritaron los huelguistas ante la mirada atónita de huéspedes de los hoteles ubicados en el corazón de la urbe angelina.
El contrato entre los hoteles y el sindicato expiró el sábado 30 de junio, a las 12:01 de la madrugada, aunque se logró un acuerdo el miércoles por la noche con el mayor de los empleadores, el Westin Bonaventure Hotel & Suites, que se encuentra en el 404 sur de la calle Figueroa.
“Seremos inteligentes”
“La gente salió enojada para protestar por las injusticias en los hoteles”, declaró a La Opinión, Kurt Petersen, copresidente de Unite Here Local 11. “Pero marchamos decididos y con la esperanza de que vamos a ganar”.
Petersen expuso que los sindicalistas están preparados para cualquier contingencia durante la huelga, e incluso estar dispuestos a ser arrestados, como lo fueron él y las copresidentas del sindicato: Ada Briceño y Susan Minato.
“Haremos lo necesario para ganar, y creo que los hoteles lo saben. Están derrotados. Sólo necesitan descubrir cómo van a salir de esto”., aseveró.
El paro de labores se está efectuando de manera escalonada y sin previo aviso. En promedio ya son unos 20 hoteles afectados, y podría extenderse a casi 65, en las ciudades de Los Ángeles, Santa Mónica y el condado de Orange.
Kurt Petersen destacó que estarán en huelga por el tiempo que sea necesario.
“Pero vamos a ser inteligentes”, advirtió. “Ya salimos en el centro de Los Ángeles y Santa Mónica, y ya hay muchos otros hoteles listos para ir a huelga en cualquier momento. Y lo haremos cuando tengamos que hacerlo”.
La lucha sindicalista ha recibido el respaldo de los miembros de la Guía de Escritores que declararon su paro laboral desde el 2 de mayo, además de los dirigentes de la organización Clero y Laicos Unidos por la Justicia Económica (CLUE). el Sindicato Internacional de Empleados de Servicios SEIU-USWW que preside David Huerta, y políticos como la senadora María Elena Durazo, el asambleísta Miguel Santiago y el concejal Hugo Soto Martínez.
“Acabar con las injusticias”
“Nuestra gente no gana lo suficiente para comprar alimentos y para pagar la renta. Es necesario que las grandes corporaciones que se hacen millonarias a costa del sudor de los trabajadores les paguen un sueldo digno para acabar con las injusticias”, comentó el asambleísta Santiago, a La Opinión.
Frente al hotel JW Marriot, el concejal Hugo Soto Martínez manifestó que la belleza del movimiento sindical se da cuando los trabajadores toman su propio destino en sus manos.
“Somos la gente que hace las camas, que limpia los platos, que hace las comidas y los jardines de todos, y cuando no nos dan respeto, entonces salimos a las calles a pedir que se nos respete”, explicó el concejal Soto.
“Cada día vemos que la gente no puede pagar rentas de $3,000 o gasolina de $6.00 el galón, y quien más sufre es la gente que levanta a este país”.
Quieren $5,00 más por hora
Además del aumento salarial de $5.00 por hora, los trabajadores se oponen a ser obligados a pagar totalmente su seguro médico en el primer año de un probable nuevo contrato. Por ahora, en promedio ganan $18.86 y, de acuerdo con estimaciones del sindicato, para poder vivir en Los Ángeles, necesitarían obtener un sueldo de $39.31.
“Nadie puede vivir con $18 la hora; eso no es justo porque el costo de vida se disparó después de la pandemia”, dijo Florida Santiago, una acapulqueña de 62 años que trabaja en el hotel June de Marina del Rey.
“Yo tengo 39 años trabajando en la limpieza y por lo que me pagan tengo que limpiar 15 cuartos en ocho horas”, narró la mujer. “En este trabajo he dejado los mejores años de mi vida; hace cuatro años me lastimé mis rodillas limpiando las tinas de los baños; me operaron, pero aun así tengo que continuar trabajando”.
Y, de acuerdo con Ada Briceño, vicepresidenta del sindicato, por ahora no se tiene considerada ninguna reunión entre los equipos negociadores del conflicto laboral.
La postura empresarial
Keith Grossman, portavoz principal del Grupo de Negociación Coordinada que representa a 44 hoteles de Los Ángeles y del condado de Orange, dio a conocer dos declaraciones emitidas respecto a la huelga, con relación a la cobertura de salud de los empleados.
“El sindicato no está siendo honesto sobre la cobertura de atención médica de los empleados y lo sabe. La propuesta del Grupo de Negociación asegura que el Fondo de Atención Médica de los Empleados se mantenga muy bien financiado para que los empleados continúen disfrutando de su cobertura de atención médica asequible y de calidad durante los próximos 4 años”.
Grossman, a nombre de varias firmas de abogados, manifestó que el grupo ha negociado con UNITE HERE, Local 11 durante las últimas semanas un nuevo acuerdo laboral para reemplazar el acuerdo actual que venció el 30 de junio. “Desde el principio, el sindicato no ha demostrado ningún deseo de entablar negociaciones productivas y de buena fe con este grupo”.
El portavoz hotelero señaló que el Grupo Coordinado ha ofrecido aumentos salariales de $2.50 por hora en los primeros 12 meses y $6.25 durante 4 años.
“Las amas de casa de Beverly Hills y Downtown LA Union, que actualmente ganan $25 por hora, recibirían un aumento salarial del 10 % en 2024 y ganarían más de $31 para enero de 2027”, dio a conocer Grossman.
“La oferta de los hoteles también garantiza la continuidad de la atención médica asequible y de calidad actual de los empleados para ellos y sus familias; además de seguir contribuyendo a una pensión garantizada”.
Grossman expresó que, como respuesta “a esta significativa oferta, el sindicato canceló una reunión de negociación programada y se ha negado a programar negociaciones adicionales antes de que expirara el contrato actual, eligiendo trucos políticos y de relaciones públicas y preparación de huelgas en lugar de negociaciones de buena fe’.
“El sindicato no se ha movido de su demanda de apertura desde hace dos meses, de un aumento salarial de hasta el 40% y un aumento de más del 28% en los costos de los beneficios. Aún más problemático, enfatizó, el sindicato continúa insistiendo en propuestas que no son del interés de los empleados del hotel, como exigir que los hoteles acepten un impuesto del 7% sobre los huéspedes del hotel”.
Otra exigencia, sería que los hoteles apoyaran públicamente una medida electoral para albergar a las personas sin hogar en todos los hoteles de Los Ángeles. junto con otros huéspedes, e imponer la sindicalización a los empleados de hoteles no sindicalizados que hasta la fecha han optado por no afiliarse a un sindicato.
“Según las acciones del sindicato, está claro que no se enfocan en los intereses de nuestros empleados y sus miembros y, en cambio, se enfoca en su agenda política”, dijo Grossman.