Jardinero de Los Ángeles pierde su mano al explotarle fuego artificial

Héctor Mayoral, un inmigrante de Jalisco, Mexico, perdió la mano izquierda y aún es incierto si podrá volver a ver, luego de que un cohete que recogió de la calle y que pensaba que era una bola de hojas, le estalló.

El inmigrante mexicano está agradecido de estar vivo, pero no podrá trabajar por un largo tiempo, y enfrenta infinidad de gastos médicos, ya que no tiene un seguro de salud. 

Por eso necesita de tus donativos. Visita la página: Héctor’s Medical Expenses en GoFundMe.

“Mi hermano acababa de terminar su trabajo de jardinería en la ciudad de Torrance donde había laborado por 15 años, cuando vio que había como una pelota de golf en la calle, y creyendo que eran hojas secas, la levantó para tirarla a la basura; y en ese momento le explotó en la mano izquierda. La supuesta bola de hojas secas era un cohete”, relata Ernesto, su hermano, quien trabaja junto con Héctor, pero quien ese día no lo acompañaba.

Héctor de 37 años, es un inmigrante de Jalisco, México, quien a los 17 años llegó a Los Ángeles. Es soltero, se gana la vida como jardinero y tiene un pequeño negocio de pizzas de leña que él mismo prepara. Vive en la ciudad de Hawthorne. 

La tragedia ocurrió el 8 de julio en la calle 173 de Torrance, una ciudad al suroeste del condado de Los Ángeles. “Eran como las 10, 11 de la mañana cuando pasó el accidente”, dice Ernesto.

“La explosión le arrancó la mano izquierda, le destrozó varios dedos de la mano derecha, le lesionó el ojo derecho, no puede ver nada por ese ojo, y por el izquierdo apenas mira el 40%, perdió también tres dientes y salió con heridas en la cara, la panza y los pies”.

Héctor salió del hospital el 14 de julio, pero su hermano dice que aún no saben qué va a pasar con su vista. 

“No nos han dicho nada. Fue atendido en el Harbor UCLA Medical Center, pero como no tiene seguro médico nos mandaron ahora al Hospital del Condado de Los Ángeles”.

Héctor dice que su hermano es un hombre sumamente activo y trabajador, que no se estaba ni un minuto quieto. “Ahora que se encuentra en recuperación, está desesperado y aburrido, pero más que perder la mano, lo que más le preocupa es su vista. No sé ni qué decirle”.

Por ahora la policía investiga el incidente, pero no hay ninguna información que arroje cómo fue a parar a la calle el explosivo, que se cree fue producto de los festejos por el Día de la Independencia, el 4 de julio.

Su hermano abrió una cuenta en el sitio GoFundMe para recaudar fondos para cubrir los gastos médicos, ya que no puede trabajar debido al horrendo accidente.

“Este tiempo es muy duro para Hector, pero está agradecido por el apoyo que le han dado. Significa un mundo. Agradecemos a la comunidad por esparcir lo sucedido. No sé qué habríamos hecho para manejar esta situación sin todo su respaldo. Gracias desde el fondo de nuestros corazones”, escribió Héctor en la página de GoFundMe.

El apoyo de la comunidad con donativos ha sido inmenso: De una meta de $150,000, han logrado reunir poco más de $130,000.

“Esperamos que de esta triste y lamentable tragedia, salga algo bueno”, dice Ernesto.

Los accidentes relacionados con cohetes y fuegos artificiales son bastante frecuentes en Los Ángeles, pese a los llamados de la policía a no emplearlos por ser ilegales.

El 4 de julio, un hombre joven perdió parte de su mano derecha cuando encendía cohetes en el sur de Los Ángeles.

En junio de 2022, La Opinión documentó el caso del también inmigrante mexicano, Francisco Azcona quien perdió su mano izquierda cuando aparentemente levantó una bola forrada de aluminio al salir de su casa en la ciudad de Santa Ana California, que resultó ser un cohete.