Mike Pence descarta estar interesado en intercambiar insultos con Donald Trump
El expresidente reconoce que tiene una gran relación con el magnate neoyorquino e incluso duda de los cargos que se le imputan por presuntamente incitar a sus simpatizantes a causar destrozos en el Capitolio hace dos años
Lejos de hablar mal de quien fue su jefe durante cuatro años, Mike Pence, exvicepresidente y ahora aspirante a la candidatura republicana rumbo a las elecciones del próximo año descartó abiertamente sostener cualquier tipo de confrontación con Donald Trump, pues su campaña tiene como objetivo que se conozca su propuesta política y no insultar a su contrincante.
“No estoy interesado en intercambiar insultos con mi viejo amigo. Algunas personas piensan que esa es la manera de ganar la presidencia. No, pero presentando la elección para el pueblo estadounidense, lo hemos estado haciendo. Lo seguiremos haciendo”, expresó en un dialogo sostenido con ABC News.
Y horas después, no sólo reiteró su posición, sino que ante un cuestionamiento directo que le hicieron durante una entrevista con Fox News, sobre si consideraba que Trump había incitado a que un grupo de personas causara disturbios en el Capitolio, 6 de enero de 2021, el experimentado político de Indiana hasta trató de justificar al exmandatario.
“Si bien sus palabras fueron imprudentes, según lo que sé, todavía no estoy convencido de que fueran criminales”, indicó.
Cabe señalar que, durante la fecha citada anteriormente, los seguidores de Trump sometieron a la policía del Capitolio y entraron por la fuerza al edificio en un incidente que le dio la vuelta al mundo, pues en la trifulca cuatro personas perdieron la vida, además de que resultó obligatoria la evacuación del Congreso y del propio vicepresidente.
No obstante, parece que Mike Pence desea desmarcarse de cualquier tipo de declaración que pueda dañar la relación de amistad establecida con el magnate neoyorquino quien continúa despertando la simpatía de un amplio número de republicanos ansiosos de verlo retornar a la Casa Blanca para concluir las obras que dejó pendientes con respecto a la lucha por frenar la migración y a los carteles de las drogas provenientes de su vecino del Sur.
Con respecto a quien fungiera como su brazo derecho durante su administración, una encuesta realizada por FiveThirtyEight lo señala por contar con el respaldo del 6.6% de los republicanos.
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