Óscar de la Hoya habló sobre la tormentosa relación con su madre: “Nunca tuve el coraje de decirle que la amo”
Óscar de la Hoya reveló que Cecilia lo golpeaba mucho más a él que a sus hermanos, cosa que odiaba, pero para descargar su molestia se imaginaba la cara de su madre en el rostro de sus oponentes al entrar al ring
Óscar de la Hoya nos habla de su vida en “The Golden Boy”, documental disponible en la plataforma de HBO Max, una de las historias que más impresionó, y de la que jamás había hablado, fue la tormentosa relación que tenía con su difunta madre, de quien recibió maltratos durante su niñez.
Según reveló De la Hoya, Cecilia lo golpeaba mucho más a él que a sus hermanos, cosa que odiaba, pero para descargar su molestia se imaginaba la cara de su madre en el rostro de sus oponentes cuando entraba al ring a pelear y expresó que “empezó a disfrutarlo”.
“Mi alma está fuera de mi jodi** cuerpo. Odiaba cuando me golpeaba. Me pegaba tanto que empezaba a llorar… y estaba enfadada porque yo no reaccionaba. Yo estaba entumecido en ese punto. Jod** lo odié. Fue lo peor, pero tenía una salida. Cuando entraba al ring, me imaginaba la cara de mi mamá en mi oponente y simplemente la desataba. Empecé a disfrutarlo. Esa era la parte aterradora”, dijo.
“Me encantaba que me pegaran en la cara porque me encantaba la sensación de represalia. Me encantó la sensación de devolver. Una vez que sonaba la primera campana, comenzaba el juego. Ahora tenía una excusa para enfadarme. ¿Y adivina qué? Te voy a dar una paliza. Iba a dejarlo salir todo. Tu alma simplemente sale de tu propio cuerpo. Estás en tu propio mundo. Nada más importa. Se trata solo de dar ese golpe”, agregó.
Cecilia murió de cáncer de seno en octubre de 1990, a los 38 años, cuando el Golden Boy solo tenía 17 y nunca tuvo la oportunidad de verlo graduarse de la Escuela Secundaria Garfield o ganar el oro en los Juegos Olímpico de Barcelona en 1992. El día de su partida, Óscar de la Hoya no pudo llegar a verla al hospital y tampoco decirle cuánto la amaba.
“Quería abrir el ascensor y correr directamente hacia ella y tal vez hubiera una posibilidad de que pudiera verme. Pero ella se había ido. Nunca tuve el coraje de decirle que la amo. Desearía haber (podido)”, recordó.
A pesar de la complicada relación y el maltrato recibido, De La Hoya en el 2000 junto a sus hermanos honró la memoria de su madre cuando abrieron el Centro de Cáncer Cecilia González De La Hoya en Los Ángeles.
De acuerdo con Óscar de la Hoya, “The Golden Boy” es un documental que desde hace años había querido hacer “para estar en paz” con él mismo y gracias al largo tiempo que estuvo en terapia pudo hacerlo realidad porque descubrió que lo único que necesitaba era un “poco de amor”, afecto que no pudo sentir de su madre.
“El tiempo fue perfecto. No estaba listo hace cinco años. No estaba lista hace diez años, hace quince años. Estoy listo ahora, sin embargo. Se necesitaron tres años para hacerlo. Fue muy terapéutico (…) Me di cuenta de todos los años después de las rehabilitaciones y terapias y todas esas otras cosas, solo necesitaba un poco de amor. Necesitaba un abrazo. Necesito que alguien entienda quién soy realmente”, afirmó a Boxing Scene.
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