Mireya Olivera, la oaxaqueña dedicada a dar Impulso a su comunidad
'Nunca tuve miedo de lanzar un periódico en Los Ángeles enfocado en los migrantes de Oaxaca'
Cuando a mediados de los años 90, Mireya Olivera emigró a Los Ángeles para reunirse con su esposo Zeferino Ruiz, no había día en que no llorara, extrañando su natal Oaxaca.
“No era vida, vivir aquí. No me acoplaba ni encontraba mi lugar, a pesar de que llegué a vivir a Compton, y mis vecinos afroamericanos eran muy amables”.
En esos momentos en que todo lo veía triste, jamás se le ocurrió pensar en que un día iba a crear un periódico binacional.
Y como no aguantó la nostalgia, dos años después regresó a Oaxaca, pero volvió en el año 2000 para quedarse definitivamente en Los Ángeles. No quería estar separada de Zeferino quien trabajaba en los restaurantes angelinos, ni deseaba que Stuart, el hijo de ambos, estuviera alejado de su padre.
Mireya ya era una periodista cuando se estableció en Los Ángeles. “Había estudiado comunicaciones en el Instituto de Estudios Superiores de Oaxaca, y trabajaba para el periódico La Marca y la radio La Grande de Oaxaca”, dice en una entrevista con La Opinión.
En Los Ángeles, le ofrecieron trabajo en el periódico El Oaxaqueño, cuyo propietario entonces era Fernando López Mateos, el dueño del restaurante La Guelaguetza, el primer negocio oaxaqueño en Los Ángeles abierto en los años 90.
“Me invitó el periodista Ernesto Reyes a trabajar para El Oaxaqueño. Estuve con ellos por 4 años, haciendo de todo, era reportera, correctora, editora, vendía publicidad y repartía el periódico en los eventos de la comunidad oaxaqueña de Los Ángeles”.
Fue la promotora cultural Guadalupe Bojórquez, ya fallecida, quien le hizo una pregunta que cambiaría su vida: “¿Por qué no haces tu propio periódico?
La respuesta de Mireya fue: “¿Y con qué dinero? Los costos de imprimir un periódico son muy altos”.
Pero las palabras de Guadalupe fueron tan convincentes que Mireya no la pensó mucho. Dejó su empleo en El Oaxaqueño y fundó el periódico Impulso que se publica cada quincena y se distribuye de manera gratuita.
“El primer número salió el 22 de mayo de 2004 en forma de tabloide. Empezamos con un tiraje de 10,000 ejemplares. En casi 20 años, hemos logrado mantener las 24 páginas”.
Fue la migrante zacatecana Teresita Hernández, dueña del restaurante Teresitas, quien le prestó $2,000 a pagar a plazos para que arrancara su periódico Impulso.
“Le puse Impulso porque todos necesitamos un impulso para seguir adelante. El periódico significaba un impulso en mi vida, y yo quería dar un impulso a mi comunidad a través de contar sus historias”.
Y dice que nunca tuvo miedo a emprender, porque viene de una familia de comerciantes oaxaqueños.
A Mireya no se le olvida que los primeros comerciantes oaxaqueños que la apoyaron fueron Manuel Ramos de Envíos Ramos, Zeferino García de Expresión Oaxaqueña, Arturo Aguilar del Valle Oaxaqueño, Ramiro y Eloisa Maldonado y la Joyería Oaxaca, entre otros.
“La periodista Marcela Rodríguez, quien ahora trabaja para el canal Oaxaca, me apoyaba con contenido periodístico desde Oaxaca”.
En estas casi dos décadas en las que el periódico Impulso no ha dejado de publicarse ni una sola quincena, la periodista oaxaqueña dice que han tenido que enfrentar muchos desafíos.
El reto más fuerte ha sido la caída en las ventas de publicidad a partir de 2019.
“Descendieron un 60%, y ahorita estamos a un 15% de las ventas que teníamos antes de la pandemia. Lo que nos ha salvado es que hemos logrado algunas subvenciones del gobierno estatal de California”.
Hoy en día tienen una circulación de 6,000 ejemplares, pero llegaron a lanzar hasta 15,000 y mandaban a periódicos a Oaxaca y a diferentes comunidades de California y Oregon.
Mireya dice que el periodico Impulso cuenta con un equipo de seis personas.
Ella se encarga de la parte editorial como directora; su esposo Zeferino es el encargado de las ventas de publicidad, y cuenta con la colaboración de los periodistas Nora Estrada, Alicia Alarcón, Juan Cuevas y Myriam Reyes. “Todos son muy valiosos. Nora ha estado conmigo desde un inicio”.
De lo que más se siente orgullosa es de que su periódico Impulso se mantenga con vida. El periódico El Oaxaqueño donde retomó su carrera en Los Ángeles, dejó de publicarse hace varios años.
“Estamos publicando también con mucho éxito cada año desde hace 17, la revista Tour Los Angeles-Oaxaca, y es probable que la saquemos cada seis meses o más durante el año, porque le ha gustado mucho a la comunidad”, dice.
Mireya es una mujer sencilla de trato muy afable, cuya única aspiración es que su periódico Impulso siga creciendo y se mantenga con vida.
“Me motiva mucho impulsar a mi comunidad, y siempre he visto al periódico como la oportunidad de aportar y darles algo a los oaxaqueños. Así que nos impulsamos mutuamente”, dice esta migrante, quien encontró su sitio en este país a través de su periódico Impulso; y de su familia, compuesta por Zeferino, su brazo derecho en el negocio y el hogar; y de su hijo Stuart, quien le ha dado dos nietos.
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