Tras la captura de Ovidio Guzmán, el Cártel de Sinaloa ordenó cobrar todas las deudas en EE.UU. lo más pronto posible

La captura de Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, es uno de los golpes al crimen organizado más importantes que ha dado el gobierno mexicano.

Aunque han pasado varios meses de ese hecho, y en medio de la batalla legal que el joven criminal mantiene para evitar su extradición, han surgido detalles en torno al arresto realizado en el estado de Sinaloa.

Y es que, de acuerdo con información obtenida por agentes del FBI a la que el diario Milenio tuvo acceso, se sabe que sus hermanos, conocidos como Los Chapitos, ordenaron cobrar todas las deudas en EE.UU. luego de la captura de “El Ratón”.

De acuerdo con los datos de inteligencia obtenidos, la razón de esto era recaudar la mayor cantidad de dinero posible para pagar la representación legal de Ovidio, tal como lo reveló un testigo colaborador del FBI que trabajó para el Cártel de Sinaloa en Oklahoma.

De acuerdo con su declaración, una serie de mensajeros llevaron los dólares directo a un sujeto identificado como Gerardo Santillán, actualmente bajo arresto y acusado de lavado de dinero, el cual después se encargaba de hacerlo llegar al cártel en México, ya blanqueado.

El descubrimiento de esta recaudación para pagar la defensa de Ovidio, se enmarca en una investigación de alto perfil realizada por el FBI y la policía de Oklahoma que inició en abril de 2022, según informó Milenio.

Los agentes detectaron que el grupo delictivo utilizaba una red de operadores dentro de EE.UU., entre ellos Santillán, con el propósito de recolectar y lavar el dinero para la organización del narco.

De acuerdo con la investigación del FBI apoyada por cuatro testigos colaboradores, se pudieron recolectar al menos 580,000 dólares tan solo de la operación de esa célula en Oklahoma, aunque se sabe que el cártel tiene una importante presencia en California, Nueva York, Florida, Filadelfia, Pensilvania y Washington.

Cabe señalar que “El Ratón” es una de las piezas más representativas para las autoridades estadounidenses. Según una acusación federal en su contra, Ovidio fue quien dirigió el primer laboratorio clandestino de fentanilo en Culiacán en 2014. Con los años, esa droga se convirtió en el principal negocio de la organización criminal.

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