A 150 años de cárcel es condenado exentrenador del Condado de Orange por agresión sexual infantil
Carlos Francisco Juárez, de 48 años, fue declarado culpable de 10 delitos graves cometidos contra niñas que entrenaba entre 2005 y 2010; el acusado abusó de cuatro niñas de entre 11 y 14 años
Un juez dictó sentencia contra el exentrenador. Crédito: Andrew Harnik | Getty Images
Un exentrenador de baloncesto del Condado de Orange fue condenado de 150 años de prisión a cadena perpetua por agresión sexual cometido contra niñas a las que entrenaba, informaron las autoridades.
Carlos Francisco Juárez, de 48 años y residente de Costa Mesa, fue declarado culpable de 10 delitos graves de acto lascivo contra un niño menor de 14 años, siete delitos graves de acto lascivo contra un niño, además de otros delitos graves más cometidos contra menores de edad.
El exentrenador fue detenido en abril de 2019 y en julio de 2023 fue encontrado culpable por un jurado, de acuerdo con la Oficina del fiscal de Distrito del Condado de Orange.
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Según las autoridades, las cuatro víctimas que atacadas por el exentrenador tenían entre 11 y 14 años cuando sufrieron las agresiones sexuales entre 2005 y 2010.
Los reportes dicen que Juárez entrenó equipos de baloncesto de clubes, incluidos SoCal Swoosh y OC Mustangs. El acusado también laboró en las escuelas preparatorias Aliso Niguel, Costa Mesa, Master Dei y Tustin.
Según documentos judiciales, Juárez fue acusado de agredir sexualmente en 2005 a una víctima de 11 años que tomaba lecciones privadas en un gimnasio de Tustin. Después del ataque le dio un sobre con dinero.
El exentrenador también fue declarado culpable de mudarse al domicilio de una niña de 13 años, a la que le cometió abusos sexuales de forma repetida durante más de cuatro años.
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El acusado también cometió agresiones sexuales contra una niña de 14 años a la que daba clases privadas en 2008, y también fue declarado culpable de obligar a una niña de 13 años a realizar actos lascivos a cambio de la promesa de que la convertiría en titular.
“Este entrenador estaba en una posición de confianza y autoridad sobre estas jóvenes y se aprovechó de ellas”, dijo el fiscal de Distrito del Condado de Orange, Todd Spitzer.
“Los deportes juveniles deben ser un ambiente seguro donde ni los padres ni los deportistas deberían de preocuparse de que los niños sean el objetivo de un depredador sexual. Como resultado de la valentía de estas jóvenes víctimas al hablar, otro abusador de menores estará tras las rejas por el resto de su vida y ya no se le permitirá aprovecharse de niños inocentes”, agregó el fiscal.
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