Trabajadores de los tres grandes fabricantes de automóviles se declaran en huelga por primera vez en la historia
El sindicato United Auto Workers lanzó una huelga histórica a partir del viernes contra los tres mayores fabricantes de automóviles de Detroit después de que expiraran sus contratos
A medianoche, el sindicato United Auto Workers (UAW) se declaró oficialmente en huelga contra los tres grandes fabricantes de automóviles de Estados Unidos.
Sus miembros abandonaron tres plantas: un sitio de GM en Wentzville, Missouri; un centro Stellantis en Toledo, Ohio; y un lugar de ensamblaje de Ford en Wayne, Michigan.
Nunca antes en los 88 años de historia del sindicato sus miembros habían estado en huelga con las tres grandes empresas de la industria automotriz al mismo tiempo.
El presidente del sindicato United Auto Workers (UAW), Shawn Fein, anunció a las 11 p.m. hora local del jueves que los trabajadores de las plantas de montaje de GM en Wentzville, Missouri; los de la planta de de Stellantis en Toledo, Ohio; y los de la planta de de Ford en Michigan, serían los primeros en declararse en huelga.
Las tres plantas emplean alrededor de 13,500 personas.
Fein anunció a través de una alocución transmitida por Facebook Live que los trabajadores de las tres plantas abandonarían sus puestos a las 00.01 del viernes si antes no se llegaba a un acuerdo con las tres empresas para la firma de un nuevo convenio colectivo.
“Por primera vez en la historia, declararemos huelgas al mismo tiempo en las tres (compañías). Estamos usando una nueva estrategia, la huelga selectiva”, declaró Fein.
Tras las palabras de Fein, centenares de afiliados del sindicato se situaron en las puertas de entrada de las Wentzville, Toledo y Michigan para participar en los piquetes de huelguistas.
El sindicato y las tres empresas negocian desde julio la firma de un nuevo convenio colectivo para los próximos cuatro años. Pero el sindicato ha dicho que las empresas no están negociando de buena fe.
UAW reclama una subida salarial del 36% en cuatro años, la instauración de pensiones tradicionales de nuevo, la reducción de la jornada laboral y la sindicalización de los trabajadores de las fábricas de producción de baterías.
UAW ha advertido que utilizará la estrategia de las huelgas selectivas en distintas plantas de los Tres Grandes para poner más presión sobre las empresas. El número de plantas en paro aumentará a medida que se prolonguen las negociaciones.
Fein tampoco ha descartado que UAW declare una huelga general simultánea en las tres empresas, lo que sería una medida sin precedentes en la historia de Estados Unidos.
La última huelga que vivió el sector se produjo en 2019 cuando UAW negociaba la firma del convenio colectivo que expiró a medianoche del jueves.
Entonces, los 49,000 trabajadores de GM se declararon en huelga durante 40 días, lo que le costo a la empresa unos $3,800 millones de dólares.
Un estudio dado a conocer a mediados de agosto señaló que una huelga de diez días de los trabajadores de GM, Ford y Stellantis tendría un costo de $5,000 millones de dólares.
El presidente Joe Biden habló con Fain y los ejecutivos de las compañías automotrices el jueves, dijo un portavoz de la Casa Blanca.
La huelga en la industria automotriz de Estados Unidos puede poner en peligro los logros económicos y dañar la reputación de Biden de trabajar en estrecha colaboración con los sindicatos.
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