Abortos espontáneos podrían evitarse con una correcta medición de la placenta

En la actualidad se registran aproximadamente unos 5 millones de embarazos por año en los Estados Unidos, de los cuales 1 millón terminan en aborto espontáneo (una pérdida que ocurre antes de las 20 semanas de gestación) y más de 20,000 terminan en muerte fetal a las 20 semanas de gestación o más.

Así lo explicó el autor principal de este estudio Harvey Kliman, científico investigador del departamento de obstetricia, ginecología, y ciencias reproductivas en la Facultad de Medicina de Yale publicado en la revista Reproductive Sciences.

Destaca que a las pacientes que sufren tales resultados en el embarazo a menudo se les dice que su pérdida es inexplicable y que simplemente deberían intentarlo de nuevo, lo que contribuye al sentimiento de responsabilidad de las pacientes por la pérdida, dice

“Perder un embarazo es una tragedia. Que les digan que no hay explicación añade un dolor tremendo a estas familias perdidas”, dice Kliman, quien también es director de la Unidad de Investigación Reproductiva y Placentaria. “Nuestro objetivo era ampliar los sistemas de clasificación actuales para disminuir el número de casos que quedaban sin especificar”.

Para el estudio, Kliman trabajó con Beatrix Thompson, actualmente estudiante de medicina en la Universidad de Harvard, y Parker Holzer, ex estudiante de posgrado en el departamento de estadística y ciencia de datos de Yale, para desarrollar un sistema de clasificación ampliado para las pérdidas de embarazos basado en el examen patológico de la pérdida. placentas.

El equipo comenzó con una serie de 1,527 embarazos de un solo hijo que terminaron en una pérdida y que fueron enviados al servicio de consulta de Kliman para su evaluación. Después de excluir los casos sin material adecuado para el examen, se examinaron 1,256 placentas de 922 pacientes. De ellos, el 70% fueron abortos espontáneos y el 30%, muertes fetales.

Agregando las categorías explícitas de “placenta con desarrollo anormal” (placentas dismórficas) y “placenta pequeña” (una placenta menor que el percentil 10 para la edad gestacional) a las categorías existentes de accidente del cordón, desprendimiento, trombótico e infección, por ejemplo.

Los autores pudieron determinar el diagnóstico patológico del 91,6% de los embarazos, incluido el 88,5% de los abortos espontáneos y el 98,7% de los mortinatos.

Placentas dismórficas

La característica patológica más común observada en abortos espontáneos inexplicables fueron las placentas dismórficas (86,2%), un marcador asociado con anomalías genéticas . La característica patológica más común observada en mortinatos inexplicables fue una placenta pequeña (33,9%).

“Este trabajo sugiere que las más de 7.000 placentas pequeñas por año asociadas con muertes fetales podrían haberse detectado en el útero, señalando esos embarazos como de alto riesgo antes de la pérdida”, dice Kliman.

“Del mismo modo, la identificación de placentas dismórficas puede ser una forma de identificar potencialmente anomalías genéticas en los casi 1 millón de abortos espontáneos que ocurren en nuestro país cada año”.

En ese sentido explica que tener una explicación concreta para la pérdida de un embarazo ayuda a la familia a comprender que la pérdida no fue culpa suya, les permite iniciar el proceso de curación y, cuando sea posible, evitar que se produzcan pérdidas similares (especialmente muertes fetales) en el futuro.

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