El asesinato de un juez en Maryland lo habría cometido un hombre que perdió la custodia de sus hijos
El juez Andrew Wilkinson fue asesinado afuera de su casa en Maryland y, al parecer, su muerte se debió a que le quitó la custodia de sus hijos al presunto agresor
Wilkinson había puntualizado los malos comportamientos del ahora fugitivo. Crédito: Washington County Bar Association | Cortesía
Quería servir a la comunidad, dijo en su juramento, pero fue un integrante de la misma el que le quitó la vida al juez Andrew Wilkinson el pasado 19 de octubre, el impartidor de justicia fue asesinado de un disparo en la entrada de su casa, dentro estaban su esposa y su hijo. El hecho ha causado indignación en Maryland, el sospechoso es un hombre que ese mismo día perdió la custodia de sus hijos.
El asesino del juez continúa prófugo, es un hombre identificado como Pedro Argote, de 49 años, quien se considera “armado y peligroso”, según el sheriff Brian Albert. Se especificó que el sospechoso tiene cabello negro y ojos marrones, es posible que esté conduciendo un Mercedes GL450 plateado del año 2009 con placas de Maryland.
Para el sheriff el asesinato del juez fue planeado, Univision Noticias informó que fue encontrado herido de bala afuera de su casa, por lo que lo trasladaron a un hospital, donde finalmente murió a causa de sus heridas. Las investigaciones revelaron al sospechoso y los medios de comunicación dieron a conocer los hechos que antecedieron al crimen.
Una batalla por la custodia infantil
Si bien la decisión del juez Wilkinson de otorgar la custodia de los hijos de Argote completamente a la madre y ahora exesposa del hombre fue el detonante del crimen, el proceso de divorcio fue largo y tortuoso para la mujer, a quien se le brindaron todos los beneficios, como una pensión de 1,200 dólares mensuales de manutención, el uso del auto y el derecho a habitar en la casa familiar.
Para Argote las cosas fueron diferentes, pues había mostrado señales de violencia, el juez consideró que tenía sometida a su esposa, además de amenazarla incluso con abusar de su hija, por lo que determinó que el hombre no podría tener contacto con los niños de 12, 11, cinco y tres años. Desde antes de la sentencia de divorcio, Wilkinson había puntualizado los malos comportamientos del ahora fugitivo.
Y es que a manera de manipulación, según el juez, el hombre propuso a su esposa seguir compartiendo la casa, en aras de arreglar su negocio de publicidad mientras concretaban el divorcio, pero Wilkinson calificó eso como una manera de manipular a la madre de distintos modos, entre ellos tener el control absoluto de la economía.
Su decisión basada en la protección de la mujer y los menores terminó con su vida, sumándose a la lista de jueces que mueren por su trabajo, pues no es el primer impartidor de justicia que es blanco de un crimen.
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