Narcos vinculados al CJNG ordenaron un secuestro en Houston y exigieron 400,000 dólares de rescate
Una víctima de secuestro ordenado por el CJNG en Houston fue amenazada de muerte, golpeada y sometida a descargas eléctricas con una pistola Taser
El caso fue investigado por la DEA, el FBI y la Policía de Houston. Crédito: Joe Raedle | AFP / Getty Images
Dos hombres involucrados en un secuestro violento revelaron que sus acciones fueron bajo las órdenes de un cártel de la droga mexicano, según informó el fiscal federal para el Distrito Sur de Texas, Alamdar S. Hamdani, a través de un comunicado.
Noe Hernandez, de 39 años, y su cómplice Homero Gallegos, de 43 años, ambos de Houston, estuvieron involucrados en un secuestro durante 24 horas el 3 de mayo de 2019.
La víctima, cuya identidad no se dio a conocer, fue amenazada de muerte y golpeada, además de haberla sometido a descargas eléctricas con una pistola Taser mientras tenía las manos atadas.
De acuerdo con el informe oficial obtenido por medios locales como KPRC Houston, afiliada a NBC, miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se comunicaron con los familiares de la víctima y exigieron $400,000 dólares por su liberación.
Por estas acciones Homero Gallegos se declaró culpable. Respecto al secuestro, la víctima pudo ser rescatada tras una simulación para entregar el dinero del rescate.
Noé Hernández y sus cómplices ahora esperan sentencia, que está prevista para marzo de 2024. Los cargos conllevan la posibilidad de cadena perpetua y una multa máxima de 250,000 dólares.
“El CJNG es uno de los cárteles más violentos de México, responsable del tráfico de toneladas de cocaína, metanfetamina y fentanilo a Estados Unidos”, dijo el fiscal Hamdani.
“Su poder proviene de la voluntad de cometer actos atroces, incluido el asesinato. El secuestro y el uso de una pistola Taser para torturar ejemplifican el nivel de brutalidad asociado con una de las organizaciones criminales transnacionales más peligrosas del mundo, una que asola comunidades desde México hasta Houston… y más allá”, agregó.
El caso fue investigado por la Agencia Antidrogas (DEA), el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la Policía de Houston, junto con los fiscales Aníbal J. Alaniz y Casey N. McDonald a cargo del proceso legal.
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