La captura de Ovidio Guzmán y otros enfrentamientos han dejado más 80 militares muertos en México

Aunque las Fuerzas Armadas de México son las más capacitadas para hacer frente a los grupos del crimen organizado que operan en el país, eso no las exenta de sufrir bajas durante los enfrentamientos contra los cárteles de la droga.

Desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador implementó su campaña conocida como “Abrazos, no balazos”, han perdido la vida 135 elementos militares, es decir, un promedio de 27 bajas por año desde que el actual mandatario asumió el poder.

De esos 135 soldados caídos, 81 murieron durante enfrentamientos armados, mientras que otros casos fueron por accidentes aéreos, percances automovilísticos o accidentes con armas de fuego, según revela un recuento realizado por el semanario Zeta Tijuana.

En cuanto a los estados en donde se han registrado más bajas, la lista es encabezada por Tamaulipas y Sinaloa, dos de las entidades en donde existe mayor presencia de los cárteles, y le siguen otras regiones como Durango, Michoacán y Jalisco.

Diez soldados muertos durante captura de Ovidio

Uno de los hechos violentos que cobró el mayor número de víctimas militares ocurrió en enero del presente año, y fue la captura de Ovidio Guzmán en el estado de Sinaloa, en donde murieron 10 soldados en cumplimiento de su deber. En dicho operativo otros 35 miembros de las Fuerzas Armadas resultaron heridos, y se reportó la muerte de al menos 19 sicarios del Cártel de Sinaloa.

Al día siguiente de la captura de Ovidio, se registró otro ataque armado en el estado de San Luis Potosí, donde tres militares fueron asesinados en un tramo carretero en la comunidad de San Juan del Tuzal.

Posteriormente, el 24 de febrero, dos soldados murieron y cuatro sufrieron heridas tras enfrentarse a criminales en Fresnillo, Zacatecas. Durante una persecución con disparos de arma de fuego, la patrulla militar volcó y se produjo el fatal desenlace.

Otro hecho que resultó en bajas militares ocurrió el 20 de mayo de 2023. Fue una balacera entre elementos de la Guardia Nacional y miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en la carretera a Lagos de Moreno, Jalisco.

En el tiroteo murieron dos de los militares, así como una mujer civil y otros cuatro guardias resultaron heridos. Más tarde fue asegurada una camioneta con rastros de sangre, en cuyo interior había una alarma larga, 13 cargadores, cartuchos útiles y un chaleco táctico.

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