Recuperar el olfato causado por el Covid prolongado es posible: qué debes saber
Las alteraciones o la pérdida completa del gusto y el olfato son síntomas comunes de COVID-19, pero un nuevo tratamiento podría ayudar a quienes padecen secuelas de esta afección
Un nuevo estudio sugiere que un tratamiento novedoso podría restaurar un sentido normal del olfato y el gusto en personas con COVID prolongado que no han respondido a otras terapias. Las alteraciones o la pérdida completa del gusto y el olfato son síntomas comunes de COVID-19, afectando a aproximadamente la mitad de las personas que contraen el coronavirus.
En el caso de aquellos con COVID prolongado, las distorsiones en el sentido del olfato y el gusto, conocidas como fantosmia y parosmia, respectivamente, pueden persistir durante mucho más tiempo. Aunque esta condición no pone en peligro la vida, los expertos señalan que la calidad de vida de estas personas se ve afectada.
“La parosmia post-COVID es común y cada vez más reconocida”, afirmó el Dr. Adam Zoga, autor del estudio y profesor de radiología musculoesquelética en Jefferson Health en Filadelfia, Pensilvania, en un comunicado de prensa. “Los pacientes pueden desarrollar aversión a alimentos y bebidas que solían disfrutar”.
En la nueva investigación, presentada en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de América del Norte, los médicos se enfocaron en un grupo de nervios en el cuello llamado ganglio estrellado. El tratamiento implica administrar un bloqueo al ganglio estrellado, llamado acertadamente “bloqueo del ganglio estrellado”, que consiste en inyectar anestésico en el grupo de nervios para estimular el sistema nervioso autónomo.
Aunque esta técnica se ha utilizado para tratar el trastorno de estrés postraumático (TEPT), cefaleas en racimos y ciertas enfermedades raras, es la primera vez que se utiliza para tratar los síntomas de COVID prolongado en un entorno de estudio.
El estudio incluyó a 54 personas que no habían respondido a tratamientos farmacéuticos y médicos tradicionales para la parosmia. De ellos, se siguió a 37 participantes, de los cuales 22 informaron mejoría en los síntomas una semana después del tratamiento. Además, la mayoría de estos participantes informaron una mejora adicional significativa un mes después del tratamiento.
Tres meses después, los investigadores informaron una mejora promedio del 49% en estos síntomas en el grupo. Además, el 86% de este mismo grupo que respondió a la primera inyección tuvo mejoras adicionales después de una segunda inyección administrada en el otro lado del cuello después de seis semanas.
“Los primeros resultados son muy prometedores”, dijo el Dr. Nathan Goodyear, practicante de medicina integrativa y director médico de Brio-Medical, que no participó en el estudio. “La disfunción olfativa post-COVID es uno de los síntomas a largo plazo más persistentes asociados con puntajes reducidos de calidad de vida post-COVID”.
Complicaciones del Covid prolongado
A pesar de la promesa, los expertos señalan limitaciones en este enfoque. No todos tienen un ganglio estrellado que los médicos puedan bloquear.
“El ganglio estrellado se encuentra en el 80% de las personas”, explicó Goodyear. “Aunque los resultados preliminares del bloqueo del ganglio estrellado en la disfunción olfativa post-COVID son emocionantes, la falta de presentación uniforme del ganglio estrellado, junto con la mejora limitada de los síntomas (49% de 22 de 37 pacientes a los tres meses), arroja algunas dudas sobre el potencial”.
Para aquellos que experimentan síntomas prolongados de COVID, la gestión puede ser complicada. Además de consejos estándar para llevar un estilo de vida saludable, como intentar dormir bien, limitar el consumo de alcohol y tabaco, y descansar siempre que sea posible, encontrar una red de apoyo de personas con COVID prolongado puede ser beneficioso.
En los Estados Unidos, esto incluye grupos como Body Politic, Survivor Corps y Long COVID Support. Además, hay investigaciones que indican que algunas dietas saludables que ayudan a reducir la inflamación podrían ayudar a disminuir o acortar la duración del COVID prolongado.
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