Así opera un laboratorio del Cártel de Sinaloa donde producen 40,000 pastillas de fentanilo al día

Una investigación del diario francés Le Monde logró captar imágenes de un laboratorio de fentanilo del Cártel de Sinaloa, en donde se producen 40,000 pastillas de esa droga por día

Narcolaboratorio en Sinaloa

En estos lugares los "cocineros" trabajan en condiciones peligrosas. Crédito: Rashide Frías | AFP / Getty Images

Fentanilo, una palabra que no solo da nombre a una mortal droga que tiene sumido a EE.UU. en una crisis de salud pública, también es sinónimo de disputas, crímenes y muertes, además de que ha causado desencuentros entre varios países y tensiones diplomáticas. Uno de sus principales productores es el Cártel de Sinaloa.

El funcionamiento del grupo criminal es un misterio, aunque algunos excolaboradores arrestados han dado información importante para conocer cómo opera, pero para las autoridades conocer más de la elaboración del opioide sintético es algo prioritario.

No son los grandes narcos los que producen las pastillas de fentanilo, son los “cocineros”, aquellos que trabajan en condiciones peligrosas para poder tener ingresos superiores a los ofrecidos en empleos, son ellos parte del importante eslabón de producción de la droga que tiene en jaque a México y EE.UU.

Una investigación del diario francés Le Monde muestra lo que hay en las entrañas de los narcolaboratorios del Cártel de Sinaloa. Firmado por el economista Bertrand Monnet, el reportaje “El fentanilo, droga estrella de los cárteles mexicanos” desvela la actividad en este sector del crimen organizado.

Así es la elaboración del fentanilo

El papel de los “cocineros” consiste en trabajar la base del fentanilo, la cual es comprada a través de intermediarios asiáticos, a esta se le agregan diversos productos, ácidos en particular, o incluso otras drogas, según el pedido.

Así, los químicos pueden agregar analgésicos de uso veterinario para crear la “tranq”, o “droga zombi”, o cocaína y heroína para producir “speedball”.

Ubicado en Culiacán, Sinaloa, el laboratorio visitado por Monnet produce 40,000 pastillas de “M 30” por día, el kilo de fentanilo puro llegado desde China tiene un costo de 16,000 dólares. El proceso de transformación –los productos químicos y el salario de los “cocineros”– cuesta 300 dólares por kilo, y en las calles de Estados Unidos cada pastilla se vende aproximadamente en 10 dólares, dando un total de 400,000 dólares por kilo. Un margen 25 veces superior al valor del producto original.

¿Cómo logran operar? La respuesta la dio el administrador del sitio, quien dijo que dan pagos, a manera de soborno, a la policía para que puedan “trabajar”, cantidades que consideró irrisorias comparadas con las ganancias que obtienen.

Para promocionar el reportaje, se mostró un corto de las imágenes que el profesor de economía captó, en ellas se ve un lugar sencillo, similar a una casa, en la que hay un hombre vestido con un traje de protección, quien muestra polvo blanco en una cuchara.

“Una cantidad así es muerte segura”, la voz continúa diciendo que es poca la inversión, pero mucha la ganancia, al tiempo que se ve el momento en que las pastillas son fabricadas.

Otro sicario aparece en escena y dice que se pueden “llevar” hasta un millón de dólares en un mes (con la elaboración del fentanilo). Estas imágenes ponen  en entredicho el discurso del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, sobre que el opioide sintético no se produce en México.

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