“Le dije que dejara de hablar”: Una mujer de Indiana mató a su hija porque no se callaba durante una discusión

Una mujer de 68 años fue arrestada en Indiana tras la muerte de su hija de 52 años, a la que le disparó varias veces luego de una discusión entre ambas.

Shirley A. Lee fue detenida y acusada de un cargo de asesinato, así como otro cargo de homicidio voluntario en contra de Zawondra Lee, según muestran los registros judiciales consultados por el sitio Law&Crime.

El segundo cargo señala que Shirley mató a su hija mientras actuaba bajo un “enojo repentino”, un factor atenuante que reduce a homicidio voluntario lo que de otro modo sería asesinato.

Según una declaración jurada, los agentes del Departamento de Policía de South Bend respondieron a un tiroteo reportado en una casa en el 3900 de Ardmore Trail. La persona que llamó le dijo al operador que su madre, a quien identificó como Shirley Lee, acababa de dispararle a su hermana mayor.

Al llegar al lugar, los socorristas encontraron a Shirley sentada dentro de la propiedad y la detuvieron. Inmediatamente afirmó que su hija “recibió un disparo y estaba dentro de la casa”, indicó la policía.

Los oficiales localizaron el cuerpo de la víctima y notaron que había un revólver plateado en el suelo. Posteriormente trasladaron a la detenida a la sede policial para interrogarla, y fue ahí en donde declaró que ella fue la persona que disparó y mató a su hija.

“Le hice eso a mi hija… Le dije que dejara de hablar, pero ella no dejó de hablar“, dijo la mujer mientras era interrogada, agregando que Zawondra había estado viviendo en su casa durante unos tres meses y que, en el momento del tiroteo, solo ellas dos estaban en la residencia.

Aunque no se dio a conocer el motivo de la discusión, la detenida dijo que sostuvieron un altercado verbal, por lo que ella entró a su habitación y le había cerrado la puerta en la cara a su hija dos veces, porque estaba enojada y quería calmarse

Cuando abrió la puerta pensando que la víctima ya no tenía nada que decir, Zawondra le dijo que no la dejaría en paz, por lo que la agresora se enojó, tomó su pistola y le disparó.

Actualmente Shirley se encuentra detenida en la cárcel del condado de St. Joseph sin derecho a fianza. Si es declarada culpable del cargo de asesinato, enfrenta una sentencia máxima de 65 años en un centro correccional estatal.

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