OMS: se necesitan medidas urgentes para proteger a los niños del vapeo
La OMS emite una urgente llamada global para regular los cigarrillos electrónicos, alertando sobre su creciente uso entre niños y jóvenes. Se destaca la necesidad de prohibiciones, impuestos y regulaciones estrictas para proteger la salud pública y contrarrestar la influencia de la industria tabacalera
El vapeo es cada vez más común en adolescentes. Crédito: Zhukovskaya Olga | Shutterstock
En medio de crecientes preocupaciones sobre la salud pública, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una llamada urgente a nivel global para la implementación de medidas estrictas destinadas a controlar los cigarrillos electrónicos. Se busca proteger especialmente a niños y no fumadores, así como minimizar los daños a la salud de la población en general.
Los cigarrillos electrónicos, inicialmente considerados como una alternativa potencialmente menos perjudicial al tabaco convencional, han generado una serie de pruebas alarmantes sobre sus efectos adversos para la salud. A pesar de la falta de evidencia que respalde su eficacia como herramienta para dejar de fumar a nivel poblacional, estos productos han sido permitidos en el mercado y comercializados agresivamente, especialmente entre los jóvenes.
Actualmente, 34 países han optado por prohibir la venta de cigarrillos electrónicos, mientras que 88 países no cuentan con una edad mínima establecida para su adquisición y 74 carecen de regulaciones específicas para estos productos nocivos. Esta falta de restricciones ha llevado a una preocupante proliferación del consumo entre niños y adolescentes.
El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, advierte sobre el reclutamiento temprano de niños para el uso de cigarrillos electrónicos, lo que podría resultar en adicciones a la nicotina a edades muy tempranas. Enfatiza la necesidad de que los países tomen medidas estrictas para evitar la adopción de estos productos y proteger a sus ciudadanos, especialmente a los más jóvenes.
Los cigarrillos electrónicos con nicotina son altamente adictivos y perjudiciales para la salud. Aunque aún no se comprenden completamente los efectos a largo plazo, se ha establecido que generan sustancias tóxicas asociadas con el riesgo de cáncer, trastornos cardíacos y pulmonares. Además, el uso de estos dispositivos puede afectar el desarrollo del cerebro en jóvenes y provocar trastornos del aprendizaje.
La estrategia de comercialización de los cigarrillos electrónicos, con más de 16,000 sabores y atractivos diseños que incluyen personajes de dibujos animados, ha llevado a un aumento alarmante en su uso entre niños y jóvenes. En muchos países, las tasas de uso entre adolescentes superan a las de los adultos, lo que plantea una seria amenaza para la salud pública.
La OMS insta a los gobiernos a considerar medidas urgentes, como la prohibición de todos los sabores, la limitación de la concentración y calidad de la nicotina, y la imposición de impuestos para reducir el atractivo y el daño potencial de estos productos. Además, subraya la importancia de estrategias integrales para el control del tabaco, incluyendo medidas efectivas para prevenir el consumo de cigarrillos electrónicos y contrarrestar la adicción a la nicotina.
La industria tabacalera, señalada como beneficiaria de la destrucción de la salud, está siendo acusada de utilizar estos productos para influir en las políticas de salud. Financia pruebas cuestionables que argumentan la reducción del daño, mientras simultáneamente promociona agresivamente estos productos entre niños y no fumadores.
En respuesta a esta crisis de salud, la OMS hace un llamado a la acción, instando a los gobiernos a adoptar medidas firmes y decisivas para prevenir el uso de cigarrillos electrónicos. A medida que algunos países prohíben su venta, se enfatiza la importancia de fortalecer la implementación de estas prohibiciones y continuar con el monitoreo y la vigilancia para respaldar intervenciones de salud pública. Solo con acciones decididas y coordinadas a nivel global, se espera contrarrestar esta creciente amenaza para la salud pública.
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