Qué sabemos del X-37B el avión espacial ultra secreto del Pentágono
Los aviones X-37B son unos de los más avanzados desarrollados por Estados Unidos por lo que sus características se encuentran clasificadas
Desde finales de los años 90, el Pentágono ha estado desarrollando el proyecto ultrasecreto del avión espacial reutilizable X-37B. Este intrigante vehículo, diseñado para misiones científicas y experimentales en la órbita baja terrestre, ha mantenido sus características envueltas en secretismo. A pesar de la clasificación de muchos de sus detalles, algunas características notables han salido a la luz.
El X-37B presenta un diseño aerodinámico similar al antiguo programa Space Shuttle, aunque es significativamente más pequeño y liviano. Con aproximadamente 9 metros de longitud, una envergadura cercana a los 4 metros y un peso de alrededor de 5 toneladas, este misterioso avión espacial utiliza paneles solares para obtener energía en órbita, optimizando así su eficiencia y prolongando su permanencia en el espacio.
Tecnología de última generación
Equipado con un motor de propulsión que utiliza hidrazina y tetroxido de nitrógeno, el X-37B cuenta con la capacidad de realizar maniobras precisas y cambios de orientación. Su estructura, compuesta por materiales más ligeros que el aluminio tradicional, incluye elementos como fibra de carbono y cerámica. Este intrigante avión puede realizar vuelos de hasta 270 días, durante los cuales se dedica a diversas actividades, desde la reparación y reemplazo de satélites hasta la prueba de nuevas tecnologías y experimentos científicos.
El origen del X-37B se remonta a la década de 1990, cuando la NASA encargó a Boeing la creación de un vehículo orbital reutilizable como parte de sus iniciativas espaciales. Sin embargo, en 2004, el Pentágono adquirió el proyecto y lo transfirió a la Agencia de Proyectos Avanzados de Defensa (DARPA), que lo transformó en el Vehículo de Prueba Orbital (OTV) o Boeing X-37. Desde entonces, el X-37 ha llevado a cabo múltiples misiones exitosas, consolidando su estatus como un elemento clave en la exploración y ejecución de misiones espaciales.
Operaciones secretas
Actualmente, el X-37B es parte integral de la Fuerza Aérea y la Fuerza Espacial de Estados Unidos, con dos unidades que acumulan impresionantes 3.774 días en el espacio. A diferencia del transbordador espacial, este avión espacial robótico no está diseñado para transportar humanos. Su versatilidad y capacidad para cambiar de órbita lo convierten en una herramienta estratégica para el Pentágono.
Gran parte de las operaciones del X-37B se mantiene en secreto, alimentando especulaciones sobre su verdadero propósito. Inicialmente diseñado para encontrarse con satélites y realizar reparaciones en órbita, se ha sugerido que podría estar siendo utilizado para fines de espionaje. Además, la capacidad de cambiar de órbita y lanzar satélites existentes en el espacio ha llevado a hipótesis sobre posibles aplicaciones militares.
El X-37B ha sido una plataforma para experimentos y demostraciones de tecnología, no solo de naturaleza militar, sino también de la NASA. Desde probar paneles solares en el espacio capaces de transmitir energía a la Tierra mediante microondas hasta investigar los efectos de la radiación en materiales, este vehículo orbital se ha convertido en un laboratorio espacial multifuncional.
El X-37B continúa siendo un enigma envuelto en innovación y secretismo, desempeñando un papel crucial en las misiones espaciales del Pentágono y abriendo la puerta a nuevas fronteras de la exploración cósmica. Aunque su próximo lanzamiento promete llevarlo más lejos que nunca, las incógnitas sobre sus verdaderas capacidades persisten, añadiendo un aura de misterio a este proyecto espacial ultrasecreto del Pentágono.
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