El desafío de la conducción autónoma en Tesla: experto de la Universidad Carlos III de Madrid opina al respecto

En el avance hacia la conducción autónoma, Tesla se ha destacado como pionero, desafiando las convenciones y llevando la tecnología a nuevos horizontes. Aunque, también se ha visto envuelto en polémicas, accidentes e incluso retiros a grande escala de las calles.

Sin embargo, según las declaraciones de Arturo de la Escalera, responsable del Laboratorio de Sistemas Inteligentes de la Universidad Carlos III de Madrid, en una entrevista con el medio El Independiente, la implementación actual del nivel 2 de conducción autónoma presenta desafíos significativos.

El nivel 2 de conducción autónoma, que Tesla ha implementado en sus vehículos, libera al conductor de la responsabilidad directa de la conducción, permitiéndole delegar algunas tareas al sistema automatizado.

Aunque, según De la Escalera, este nivel tiene una limitación: aunque el vehículo puede manejarse de forma autónoma, el conductor debe permanecer alerta y preparado para intervenir en cualquier momento. Esto significa que el conductor no puede realizar otras actividades, como leer o dormir, durante el trayecto automatizado.

La teoría

La teoría detrás del nivel 2 es clara, pero la realidad está demostrando que muchos conductores no están utilizando el sistema como se debería. Esta falta de adherencia a las recomendaciones de Tesla está dando lugar a un preocupante aumento de accidentes relacionados con la conducción autónoma. De acuerdo con las palabras de De la Escalera, refleja una discrepancia entre la teoría y la práctica en la implementación del nivel 2.

“Los que no pasa ahora mismo es que el nivel 2 se nos queda corto, pero el salto al nivel 3, donde ya no hace falta que el conductor esté prestando atención a la carretera, es demasiado grande”, advierte De la Escalera. El nivel 3 representa un paso más en el desarrollo de la conducción autónoma, pues permitiría a los conductores desprenderse por completo de la atención a la carretera durante ciertos periodos. Sin embargo, este salto implica desafíos técnicos y de seguridad significativos.

De manera sorprendente, De la Escalera señala que algunos actores en el sector de la conducción autónoma, especialmente aquellos involucrados en el desarrollo de robotaxis, han optado por saltarse el nivel 3 y avanzar directamente al nivel 4. Este último nivel implica una autonomía completa en condiciones específicas, como en entornos urbanos predefinidos. Sin embargo, como se ha evidenciado, los sistemas de nivel 4 todavía están lejos de ser infalibles, con incidentes reportados en diversas partes del mundo.

La cuestión que plantea De la Escalera es para el futuro de la conducción autónoma: ¿cómo debe la industria abordar la transición entre niveles? ¿Es prudente saltar niveles en la búsqueda de una autonomía total, o es más sensato seguir una progresión escalonada, asegurándose de que cada nivel sea implementado de manera segura y efectiva?

En última instancia, la conducción autónoma en Tesla y en la industria en general se enfrenta al problema de equilibrar la innovación con seguridad y aceptación pública, siendo necesario abordar estos desafíos de manera reflexiva para garantizar un futuro donde los vehículos autónomos sean una realidad segura y confiable, aunque para finalizar, De la Escalera fue directo con relación a la autonomía total:

“Creo que nunca alcanzaremos el nivel de autonomía 5. Pero también considero que un coche autónomo para cada persona no sería útil. Por un lado por el precio, y por otro porque el futuro de la movilidad es que sea compartida. Y tener un supercoche que esté siempre parado puede tener sentido para los superricos, pero para el resto no”, finalizó.

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