Infecciones de oído en niños pequeños podrían provocar un retraso en el habla: estudio
Un estudio de la Universidad de Florida revela que las infecciones crónicas del oído en la infancia podrían afectar negativamente el desarrollo del lenguaje en niños, disminuyendo su vocabulario y dificultando la identificación de patrones acústicos. La investigación destaca la importancia de monitorear y tomar en serio cada infección de oído, ya que los efectos pueden intensificarse con el tiempo.
Los niños que experimentaron múltiples infecciones de oído antes de cumplir 3 años mostraron un vocabulario más limitado. Crédito: Simol1407 | Shutterstock
Una investigación reciente llevada a cabo por la Universidad de Florida arrojó luz sobre la conexión entre las infecciones crónicas del oído y el desarrollo del lenguaje en los niños, sugiriendo que estas infecciones podrían tener un impacto más significativo de lo que se pensaba anteriormente.
El estudio, publicado en noviembre de 2023 en el International Journal of Pediatric Otorhinolaryngology, se centró en las infecciones tempranas del oído, conocidas como otitis media, y su potencial efecto en la audición debido a la acumulación de líquido detrás del tímpano.
El equipo de investigación, compuesto por expertos de la Universidad de Florida, examinó a 117 niños de entre 5 y 10 años, incluyendo aquellos con y sin antecedentes de infecciones crónicas del oído.
Los resultados revelaron que los niños que experimentaron múltiples infecciones de oído antes de cumplir 3 años mostraron un vocabulario más limitado y enfrentaron dificultades para relacionar palabras que sonaban de manera similar.
Además, estos niños presentaron problemas en la detección de cambios en el sonido, lo que podría indicar complicaciones en el centro de procesamiento auditivo del cerebro.
La coautora del estudio y profesora de la Universidad de Florida, Susan Nittrouer, PhD, destacó la importancia de estos hallazgos. En una declaración a Fox News Digital, Nittrouer señaló que “el desarrollo del lenguaje parece desarrollarse con facilidad para la mayoría de los niños”, pero las infecciones de oído, aunque comunes, no deben considerarse benignas.
Dos hallazgos novedosos surgieron de la investigación. El primero reveló una asociación entre las infecciones de oído y una menor capacidad para reconocer patrones en las señales acústicas presentes en el habla.
Nittrouer explicó que las vías auditivas centrales se desarrollan después del nacimiento, y si un niño experimenta pérdida auditiva temporal debido a infecciones de oído, el desarrollo de estas vías se retrasa, afectando el desarrollo adecuado de habilidades auditivas.
Cuando los niños tienen problemas de habla es posible que se extiendan hasta que crezcan
El segundo hallazgo destacó que este reconocimiento deficiente de patrones acústicos afecta la capacidad de los niños para identificar sonidos específicos del habla, incluyendo elementos como las sílabas.
Nittrouer subrayó la importancia de esta fase en el desarrollo del lenguaje, ya que a medida que los niños crecen, el lenguaje se vuelve más complejo y depende de la capacidad del niño para reconocer con precisión y rapidez los sonidos individuales del habla en las palabras.
La investigadora advirtió que los niños que experimentan retrasos y desafíos en el desarrollo del lenguaje podrían enfrentar dificultades más intensas a medida que crecen, contradiciendo la idea de que superarán los efectos de las infecciones de oído tempranas. Nittrouer instó a los padres y cuidadores a monitorear a los niños en busca de dificultades en el aprendizaje del lenguaje, académicas y de atención, incluyendo discapacidades de lectura, a medida que avanzan en su educación.
Además, Nittrouer enfatizó la necesidad de tomar en serio cada infección de oído, ya que podría tener implicaciones a largo plazo en el desarrollo del lenguaje de los niños.
También señaló que otros antecedentes de salud tempranos pueden contribuir al retraso en el habla, subrayando la importancia de monitorear el desarrollo del lenguaje de los niños mucho después de los primeros años escolares, ya que los desafíos pueden surgir a medida que aumentan las demandas lingüísticas de la escuela.
Sigue leyendo:
