Editorial: Por Javier Hernández para el distrito 53 de la Asamblea de California
La elección de Javier Hernández a la Asamblea californiana es una oportunidad más para que los activistas comunitarios que conocen de cerca los problemas de nuestra gente puedan acceder a las herramientas del gobierno democrático y avanzar en su solución
En las elecciones primarias por el distrito 53 de California que tendrán lugar el 5 de marzo se postulan para el cargo de Asambleísta estatal cinco candidatos. Un republicano, Nick Wilson, y cuatro demócratas, Carlos Goytia, elegido en 2022 a la Junta Directiva del Distrito Municipal de Agua de Three Valleys; Michelle Rodríguez, que sirve en la Comisión de Normas y Capacitación para Oficiales de Policía de California, Robert Torres, concejal de la ciudad de Pomona y Javier Hernández.
Quienes finalicen en los dos primeros puestos se medirán nuevamente en las elecciones generales del 5 de noviembre.
El actual titular Freddie Rodríguez no puede postularse por la ley de limitación de términos electorales.
El distrito 53 incluye, en el condado de San Bernardino, las ciudades de Ontario, Montclair, Upland y Chino y en el de Los Ángeles, la ciudad de Pomona.
La Opinión apoya la candidatura de Javier Hernández y llama a sus lectores ciudadanos que viven en el distrito a votar por él.
Javier Hernández es el director ejecutivo de la coalición Justicia para el Inmigrante. Conoce el área tras haber vivido casi toda su vida en Pomona, Montclair y Ontario. Tiene el apoyo de la Federación de Trabajadores de California.
Al describir la labor de esta organización, Hernández dice “Nosotros somos los que hablamos con los asambleístas, los concejales, para abogar por los intereses de nuestra comunidad inmigrante. Y precisamente lo que me llevó a postularme para esta posición es que la comunidad inmigrante no tiene entre los que toman decisiones una voz suficientemente fuerte”.
Señala que mientras que los indocumentados pagan cada mes al seguro de desempleo, si pierden su trabajo no se benefician del mismo, lo que considera una injusticia.
“Si somos un estado pro inmigrante, no debería ser muy difícil solucionarlo, porque esta comunidad da mucho para nuestra economía”. Él mismo, relata, fue indocumentado por 29 años “y apenas hace dos años me hice ciudadano”. Es, pues, un ejemplo positivo de quien como inmigrante se integró al país y se ofrece para contribuir su parte.
La elección de Javier Hernández a la Asamblea californiana es una oportunidad más para que los activistas comunitarios que conocen de cerca los problemas de nuestra gente puedan acceder a las herramientas del gobierno democrático y avanzar en su solución.
De la misma manera, su fondo de campaña consiste en contribuciones de residentes de la zona y no de corporaciones, familiares que son políticos o intereses externos.
Javier Hernández es un genuino representante de nuestra comunidad y confiamos que se mantendrá fiel a sus principios y que desde Sacramento continuará su labor por los trabajadores y los inmigrantes.
Por eso, el 5 de marzo, ¡vota por Javier Hernández para la Asamblea de California!