Aumentan tasas de bebés prematuros en Estados Unidos
El informe de los CDC revela un aumento del 10% en los nacimientos prematuros en Estados Unidos en la última década, con un preocupante incremento del 42% en los nacimientos a las 37 semanas. Factores como la edad materna, ingresos bajos y la pandemia se señalan como posibles causas
Uno de cada 10 bebés en Estados Unidos nace prematuramente, y aquellos que sobreviven a un parto prematuro enfrentan riesgos elevados de desarrollar problemas respiratorios. Crédito: peterbako | Shutterstock
En la última década, Estados Unidos ha experimentado un alarmante aumento del 10 por ciento en los nacimientos prematuros, según un informe reciente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Este fenómeno, definido como el nacimiento antes de las 37 semanas de gestación, ha pasado del 7,7 por ciento al 8,7 por ciento entre 2014 y 2022, con una cifra provisional de 318,400 bebés nacidos prematuramente solo en 2022, de un total de 3.66 millones de nacimientos.
Este incremento ha encendido las alarmas, ya que los bebés que nacen antes de término enfrentan un mayor riesgo de enfermedades potencialmente mortales y muerte prematura.
La gestación es un proceso vital donde órganos cruciales como el cerebro, los pulmones y el hígado continúan su desarrollo, y los bebés nacidos demasiado pronto, especialmente antes de las 32 semanas, presentan tasas significativamente más altas de muerte y discapacidad.
Aunque el informe de los CDC destaca fluctuaciones en los nacimientos durante los años de la pandemia 2020-2022, la tendencia general apunta hacia un aumento en los nacimientos prematuros y tempranos. Los nacimientos a las 37 y 38 semanas de gestación también han experimentado un incremento, del 8 por ciento y 11.6 por ciento en 2014 al 16 y 17.5 por ciento en 2022, respectivamente.
En contraste, los nacimientos a término, medidos entre las 39 y 40 semanas, así como los nacimientos tardíos o postérmino, medidos a partir de las 41 semanas, han disminuido en un 6 por ciento y un 28 por ciento, respectivamente. La categoría más afectada fue la de los nacimientos a las 37 semanas, que experimentaron un aumento del 42 por ciento durante el periodo analizado.
Riesgos respiratorios en bebés prematuros
Según el informe, aproximadamente uno de cada 10 bebés en Estados Unidos nace prematuramente, y aquellos que sobreviven a un parto prematuro enfrentan riesgos elevados de desarrollar problemas respiratorios, de alimentación, parálisis cerebral, retrasos en el desarrollo, así como problemas de visión y audición.
Las causas exactas del aumento en los nacimientos prematuros no se conocen con certeza, pero existen varios factores de riesgo identificados. Ser adolescente o mujer mayor de 35 años, tener ingresos más bajos, pertenecer a una minoría demográfica, antecedentes de partos prematuros, embarazo múltiple, ciertas comorbilidades y el consumo de drogas o tabaco durante el embarazo son algunos de los elementos que podrían aumentar la probabilidad.
Los expertos en atención médica también han señalado las crecientes tasas de obesidad y enfermedades asociadas, como la diabetes tipo 2, como posibles contribuyentes al fenómeno.
El análisis más reciente de los CDC reveló que la tasa de nacimientos prematuros aumentó en promedio un dos por ciento cada año entre 2014 y 2019. Durante la pandemia, se registraron fluctuaciones, con una disminución del uno por ciento en 2020, un aumento del cuatro por ciento en 2021 y una nueva disminución del uno por ciento en 2022.
Las mujeres de 40 años o más experimentaron el mayor aumento en los nacimientos prematuros, con un 16 por ciento, y en los prematuros, con un 22 por ciento. También se observaron aumentos entre las demografías raciales, donde las mujeres hispanas lideraron con un aumento del 13 por ciento en nacimientos prematuros, mientras que las mujeres blancas experimentaron un aumento del 22 por ciento en nacimientos prematuros.
Por otro lado, las mujeres negras registraron la mayor disminución en los nacimientos a término y postérmino, con un 9 por ciento y 31 por ciento, respectivamente.
Este preocupante panorama destaca la necesidad de una atención prenatal más intensiva y un mayor enfoque en la identificación y manejo de factores de riesgo para revertir esta tendencia alarmante y proteger la salud de las madres y sus recién nacidos.
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