Activistas piden a Texas que retrase la ejecución de un latino Iván Cantú y evalúe nuevas pruebas
De acuerdo con el Departamento de Justicia de Texas, el 4 de noviembre del 2000 en Dallas, Cantú disparó y mató a un hombre hispano de 27 años y a una mujer blanca de 21 años.
El jurado dictaminó de forma unánime en 2001 que la acusación en su contra era irrefutable y le condenó a morir por la inyección letal. Crédito: AP
Iván Cantú fue declarado culpable por un jurado del asesinato de su primo, James Mosqueda, de 27 años, y Amy Kitchen, la prometida de Mosqueda, de 22 años. Ambos fueron asesinados a tiros en el norte de Dallas el 3 de noviembre de 2000, determinó la sentencia.
El jurado dictaminó por unanimidad en 2001 que la acusación contra él era irrefutable y fue condenado a morir mediante inyección letal.
En abril de 2023, después de una apelación de última hora de la defensa, el juez de distrito del condado de Collin, Benjamin Smith, un republicano, ordenó una pausa en la ejecución apenas siete días antes de lo previsto. Pero cuatro meses después, la Corte de Apelaciones Penales de Texas rechazó una solicitud de audiencia probatoria y se fijó una nueva fecha de ejecución para el 28 de febrero.
Ante ello, activistas que respaldan a Iván Cantú, presentaron este jueves una petición con más de 60,000 firmas para retrasar la ejecución programada para el 28 de febrero.
Los activistas solicitaron que se revise la nueva evidencia que supuestamente demostraría la inocencia del hispano, de 50 años.
La petición para detener la ejecución, respaldada por el grupo MoveOn, fue presentada al fiscal de distrito del condado Collin, Greg Willis, y la Corte Penal de Apelaciones de Texas.
A la causa se ha unido el congresista Joaquín Castro, que pidió hoy en su cuenta de X que se reabra el caso.
“Texas no debería apresurarse a ejecutar a un hombre potencialmente inocente”, expresó el demócrata.
La abogada de Cantú, Gena Bunn, y el productor de podcast Matt Duff sostienen que han encontrado nueva evidencia que echaría abajo el testimonio del principal testigo de la acusación, que ya murió.
También señalan que hubo errores por parte de un abogado defensor que representó a Cantú porque no solicitó pruebas de ADN ni de balística, entre otras, y tampoco llamó a ningún testigo.
“Desde el primer día, todo estuvo ahí para investigar el caso y demostrar mi inocencia. Pero cuando se lo expliqué no me creyeron”, dijo Cantú en una entrevista con Noticias Telemundo en la prisión de la Unidad Allan B. Polunsky en West Livingston, a unas 80 millas al norte de Houston. La prisión alberga a 2,937 presos y al menos 180 de ellos, como Cantú, están a la espera de ser ejecutados.
En el argumento final del juicio, el entonces abogado de Cantú admitió la culpabilidad de su cliente en contra de su voluntad, lo que llevó al hispano a interrumpir el juicio y solicitar representarse a sí mismo, pero su petición fue denegada.
Hasta el momento, ningún tribunal ha aceptado analizar la nueva información y pruebas.
El caso ha atraído la atención del público y de celebridades como Kim Kardashian, Jane Fonda y Martin Sheen, que han pedido que se revise la sentencia de Cantú.
Incluso, organizaciones como Amnistía Internacional hacen referencia de que una reciente investigación independiente realizada ha agravado las dudas sobre la idoneidad de su representación legal en el juicio y planteó dudas sobre el testimonio de la testigo clave del estado y las pruebas físicas que parecían corroborar su testimonio. Las salvaguardias internacionales prohíben la imposición de la pena de muerte a cualquier persona cuya condena no se base en “pruebas claras y convincentes que no dejen lugar a una explicación alternativa de los hechos”.
*Con información de EFE.
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