Recrudece la lucha por un presupuesto justo y eficaz para California
Gobernador: en vez de recortar planes ambientales beneficiosos, corte exenciones fiscales y subsidios a las empresas petroleras
Como lo había mencionado en mi columna del 16 de enero, “Tambalea el compromiso del gobernador con la protección del medio ambiente”, el gobernador de California Gavin Newsom ha elevado una serie de medidas tendientes a recortar parte de los programa climáticos que caracterizan y que requiere a nuestro estado, para reducir el déficit presupuestario.
En su discurso de presentación del presupuesto estatal 2024-2025, el 10 de enero, Newsom había considerado numerosos recortes en programas medioambientalistas.
Hizo esto, como expliqué en aquel momento, mediante “un recorte de $2.900 millones de los programas climáticos de California; se retrasa el uso de $1.900 millones adicionales en gastos que ya habían sido aprobados y se transfiere otros $1.800 millones a fondos no relacionados”.
Pero llamaba ya en aquel entonces la atención la idea de recortar uno de los programas que mejores efectos han tenido en combinar la lucha por el medio ambiente con el bienestar con la gente de menos ingresos, muchos de los cuales son latinos. La guadaña caería sobre los $600 millones destinados a Clean Cars 4 All, por el que la gente puede reemplazar sus vehículos más contaminantes por otros de energía limpia. Fueron 13,000 en 2022 e iban a ser más este año y el próximo. El gobierno pide suspender el programa hasta 2027-2028. Eso significa que no bajará en el ritmo adecuado el total de tóxicos que emanan de los tubos de escape de los vehículos.
Sin embargo, la suspensión de financiamiento para Clean Cars 4 All es solo uno de los incisos en el plan, que incluye en la nueva versión presupuestaria recortes directos (por $2,000 millones), retrasos en la financiación (por $1,100 millones) e intercambios de fondos (por $1,000 millones). Incluyen programas como por ejemplo la transición de la flota estatal de autobuses escolares a vehículos de emisiones cero.
Escribo esto porque el proceso negativo iniciado por el gobernador y sus aliados para ahorrar dinero a costa de la lucha por el medio ambiente y por el avance de nuestra gente ha seguido avanzando.
Este jueves 29 de febrero, el Senado estatal comenzó a debatir en una serie de audiencias presupuestarias que decidirán la suerte de estos recortes. Aquí se halla el documento completo de su agenda.
Es la oportunidad para quien considera suficientemente importante el transporte limpio y la justicia ambiental para peticionar ante el Gobernador y los legisladores estatales para que se abstengan de algunas decisiones negativas. No es tan difícil. Los fondos para permitir la continuación de los programas de medio ambiente con sus proyectos de transporte limpio, para avanzar programas de descarbonización que inciden directamente en la salud de nuestras comunidades, están ahí. Se pueden obtener eliminando las exenciones fiscales y los subsidios con que California sigue pagando a las empresas de combustibles fósiles.
Es justo agregar que el presupuesto sí contiene algunas medidas para cerrar las lagunas fiscales que aprovechan quienes tienen mucho pero no pagan impuestos.
El balance es claro: al recortar la transición californiana a un futuro de energía limpia, estamos entregando miles de millones de dólares adicionales a las compañías petroleras que han seguido contaminando de tantas maneras nuestras comunidades y que reciben una extensión para seguir haciéndolo.
Es por eso que más de 70 grupos ambientalistas y climáticos han llamado a los líderes estatales para que reduzcan los subsidios a los combustibles fósiles y los beneficios fiscales.
En el plan del gobernador peligran algunos de los proyectos que tanto nos enorgullecen desde que se anunció su lanzamiento: un recorte similar de 3% en el presupuesto ya existía desde el año anterior.
Una vez más y aunque no debería ser necesario, tenemos que recalcar que el peso de la contaminación ambiental recae especialmente sobre las espaldas de la comunidad latina de California, que ha visto en los programas cuya eliminación propone el plan gubernamental una ayuda para limpiar el aire que respiramos en zonas de amplia circulación vehícular y extracción de petróleo, para renovar sus automóviles de los más contaminantes a los de cero emisiones, para facilitar un transporte público, utilizado por los latinos más que por otros grupos que no perjudique su salud.
Las nuestras son las comunidades más afectadas por la contaminación de California debido a la exposición prolongada a niveles elevados de contaminación del aire.
Esta es nuestra realidad, tal cual es recopilada por activistas del medio ambiente, con datos de la Agencia de Protección Ambiental de California.
- Los latinos de CA experimentan la peor e insalubre calidad del aire en California: el 44% de la comunidad vive en las zonas de mayor contaminación, comparado con el 25% para el resto de la población.
- Los latinos pagan un 20% de sus ingresos para pagar por la gasolina y por el transporte público, más que cualquier otro grupo.
- Los latinos carecen de acceso a opciones de transporte equitativas. Además de que viven en zonas más propensas a sufrir accidentes automovilísticos, o en zonas mixtas de viviendas y plantas industriales, y con menos mejoras como parques para recreación y sendas para bicicletas. Muchos carecen de medios de locomoción propios y dependen del transporte público, sin otras alternativas.
En general, los latinos y otras minorías respiran un 38% más de aire contaminado que los blancos.
Para avanzar su causa durante las sesiones legislativas, el grupo de defensores del medio ambiente que incluye unas 70 organizaciones renovó su pedido al gobernador y al mismo tiempo está circulando una solicitada para que el público pueda participar en este proceso.
Hay poco tiempo. El gobierno presentará el presupuesto corregido en mayo, y la última fecha para la aprobación final del documento, por ley, es el 15 de junio.