Jesucristo Vive: una película en vivo que unifica a la comunidad
La obra teatral se presenta en Industry Hills Expo Center de City of Industry con más de 100 actores en escena
Cuando hace 15 años, el salvadoreño Freddy Mozza se animó a presentar la obra teatral Jesucristo Vive tenía mucho miedo no porque no confiara en sus capacidades sino porque se trataba de un tema sensible y quería hacerla con el mayor realismo posible.
Este sábado 16 de marzo, Freddy ha regresado tras una pausa forzada de cinco años a causa de la pandemia, con la obra que lleva la Vida, Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo al teatro con 110 actores de la comunidad y 50 en producción.
Todos voluntarios, y sin paga alguna.
“Cuando comencé, estaba joven y solo, pero convencí a un grupo de amigos que me ayudaron a montar el escenario. Como yo estudié cine, adapté sus técnicas a la actuación en vivo con 11 escenarios y luces que van guiando todo; y la música la hago como el soundtrack (pista de audio) de una película”.
El resultado – dice Freddy- es una película en vivo.
“Lo que más me encanta es que esta obra unifica a muchos miembros de la comunidad, porque cada uno aporta un poquito a la producción, el carpintero, el que confecciona las túnicas, el que trabaja en el video, en la música. La obra mantiene vivas las tradiciones de nuestros pueblos como inmigrantes”.
Nacido en el pueblo San Juan Opico del Departamento de la Libertad de El Salvador, y emigrado a Estados Unidos entre los 10 y 11 años, Fredy platica que todos los participantes de Jesucristo Vive son latinos.
“Para conseguir a los actores, hacemos audiciones en las parroquias y en las escuelas de actuación que vienen a la obra a hacer una especie de servicio comunitario”.
Dice que desde un año antes, en junio, empieza la planeación, escribe el guión, agrega nuevas escenas, y seis meses antes de estrenar, se ponen a ensayar.
¿De dónde sale para pagar la obra?
“Yo soy el director y el productor. Yo la financio con el dinero que no tengo”, comenta Freddy, quien cuando no está produciendo, se dedica a su negocio de administración de propiedades.
¿Cómo nace la idea de Jesucristo Vive?
“Esta historia la hacía en una magnitud más pequeña en los años 90, el sacerdote Juan Rivas que es de Guadalajara, México. En 1996 fui a verlo por primera vez. Yo estaba estudiando cine, y hacía pequeñas cosas, y como su grupo de actores estaba muy viejito, y el padre quería a alguien nuevo, un día me dio una túnica para que cubriera a un actor en una escena de Juan El Bautista. Siempre bromeó diciendo que Juan Bautista me bautizó. Así fue como luego me quedé con la obra. El padre Rivas estaba buscando alguien que tomara la batuta”.
¿Qué hace diferente esta obra de muchas otras que reviven la Pasión de Cristo?
“La magnitud de la producción y la escenografía, y la parte actoral”.
¿Qué te ha dejado este trabajo?
“Económicamente esta obra casi me hace ser homeless. Internamente deja algo que no se compra con dinero. Lo que más me deja es escuchar a la gente que viene a vivirla. Un ejemplo, una vez, una chica se acercó al final de la obra llorando, y me dijo gracias, yo mañana iba a matar a mi bebé, pero después de ver esto, creo que no puedo hacerlo”.
Freddy considera que mucha de la gente que acude a ver la obra, anda en busca de algo espiritual y lo encuentran al verla.
“No soy tan religioso. Por eso cuando escucho esas historias, me siento satisfecho, y digo que es lo máximo, marcar la vida de las personas”.
Dice que entre los actores y la gente de producción hay individuos con problemas horribles que al juntarse con personas apasionadas, que ven la vida diferente y están llenos de proyectos, se contagian de ese entusiasmo y energía. Así que trabajar en Jesucristo Vive es una terapia”.
Y revela que entre los actores, hay desde infantes hasta adultos mayores.
“El actor más pequeño tiene ocho meses, y el más grande 91 años. Hay chicos, que son mis asistentes de producción, que tenían un año cuando comencé la obra”.
El director y productor de Jesucristo Vive recalca que todos los actores son voluntarios.
“Mi trabajo es convencerlos de que participar es algo positivo. Y no muchos me captan, pero cuando termina la obra, ellos mismos me dicen !guau! porque les marca la vida en lo espiritual y profesional”.
Sin duda, lo que más lo enorgullece es que un grupo de inmigrantes se junten en Jesucristo Vive para dar vida a las tradiciones de sus pueblos, estando lejos de su tierra.
El papel de Jesús
Por cuarto año, Keven Ramírez, un inmigrante de Colima, México, interpreta a Jesús en la obra Jesucristo Vive.
“Participé por primera vez en 2017, y paramos por la pandemia una semana antes de comenzar a presentar la obra”.
Pero Keven, actor y conductor de radio y televisión, dice que no hay proyecto que llene de tanta paz, hermandad y amor como Jesucristo Vive ; y sin ningún pago de por medio.
“Te mueve la unidad, la hermandad, aquí no hay egos, todos somos iguales. Traemos comida para todos”.
Dice que justo el ofrecimiento de hacer casting para esta obra, le llegó cuando le dieron el último cheque de la radio de pop rock donde trabajaba.
“Me junté con el director, platicamos por cinco horas, hicimos clic; y me dijo, el personaje es tuyo”.
Así que reconoce que interpretar a Jesús es un privilegio, aun cuando le toca cargar una cruz que pesa 250 libras.
“La Cruz es la estrella. Me ha hecho un mejor ser humano, un mejor hijo, un mejor compañero. Me ha enseñado a amar al prójimo, el respeto, todo eso que Jesus nos regaló a través de tantas enseñanzas”.
Lo que más le agrada es ver cómo el público se engancha con la historia.
‘Yo antes de salir a escena, le pido al Señor que me ayude. Y siento que Jesús me usa como instrumento para pasar su mensaje”.
Un papel controversial
Enrique Bonilla quien lleva seis años representando al Rey Herodes y al soldador flagelador, dice que su papel es muy controversial porque es quien manda matar a los niños.
“Mi personaje es un ser déspota que quiere regresar a ser bueno, y piensa que Jesús le puede hacer el milagro”.
Enrique quien cuando no actúa, trabaja para una compañía de seguridad, dice que la obra nos da un ejemplo de cómo el materialismo y la tecnología nos consume en esta sociedad; y no, nos deja ver el significado en la familia.
“En realidad, la obra representa escenas que vivimos cada día. Las tentaciones que hay y cómo las podemos enfrentar. Es difícil la batalla pero sí se puede”.
En la obra también participan una variedad de animales tales como burros, chivos, gallinas, puercos, palomas y ovejas, entre otros.
Dónde verla
La obra Jesucristo Vive la puedes ver los días 16 y 23 de marzo en dos horarios distintos: 1pm y 6 pm; y el 17 y 24 de marzo a las 12pm y a las 6pm.
Dura dos horas, más un intermedio de media hora.
Se presentan en Industry Hills Expo Center en 16200 Temple Avenue. City of Industry, California, 91744.
Para mayor información, visita: www.jesucristovivelapasion.com
Para boletos, acude a www.inpefess.com