“No es broma”: por qué Botsuana amenaza con enviar 20,000 elefantes a Alemania
En el país africano vive casi un tercio de la población global de elefantes. Las autoridades buscan medidas para controlar el crecimiento de esta población.
¿Te imaginas 20.000 elefantes caminando por un parque en Alemania?
Pues este martes, el presidente de Botsuana amenazó con enviar esa cantidad de animales al país europeo debido a un debate sobre conservación ambiental.
La historia comenzó a principios de este año, cuando el ministerio de medio ambiente de Alemania sugirió regular la importación de trofeos que proceden de la caza de animales.
Esto hizo que el presidente de Botsuana, Mokgweetsi Masisi, reaccionara y dijera a través de los medios alemanes que una decisión así solo ayudaría a empobrecer a su país.
Masisi explicó que, debido a los esfuerzos de conservación animal, el número de elefantes ha aumentado de forma exponencial, por lo que cazarlos ayuda a mantener un equilibrio ambiental.
“Los alemanes deberían vivir con los animales en la forma en que están diciendo que lo hagamos nosotros. Y no estoy bromeando”, explicó Masisi al diario alemán Bild.
Botsuana tiene casi un tercio de la población de elefantes del mundo -cerca de 130.000- muchos más del espacio disponible para ellos.
De acuerdo al mandatario africano, las manadas de elefantes causan daño a la propiedades, se comen las cosechas de los campesinos y pisotean a los residentes.
En meses recientes Botsuana le había donado 8.000 elefantes a Angola y le ofreció otros cientos a Mozambique, con la idea de reducir el número de elefantes en su país.
“Nos gustaría ofrecerle ese mismo regalo a Alemania. Y no voy a tomar un no como respuesta”, explicó Masisi.
Prohibir la caza
Los grupos defensores de animales señalan que la caza por trofeos – es decir, cazar un animal para tomar su cabeza o la piel como trofeo- es cruel y debería estar prohibida.
Alemania es el país de la Unión Europea que más importa trofeos de caza de acuerdo a un informe de 2021 de la Humane Society International.
Botsuana había prohibido la caza en 2014, pero levantó las restricciones en 2019 por la presión de varias poblaciones locales.
Entonces el país emitió una serie de cuotas anuales de caza, señalando que proveía una buena fuente de dinero para la economía local, y que además desestimulaba la caza furtiva de animales salvajes, que está prohibida en el país.
Anteriormente, Botsuana ha considerado utilizar elefantes como alimento para mascotas.
Una portavoz del Ministerio de Medio Ambiente en Berlín dijo a la agencia de noticias AFP que Botsuana no había planteado, de forma oficial, ninguna preocupación a Alemania sobre el asunto.
“A la luz de la alarmante pérdida de diversidad biológica, tenemos la responsabilidad especial de hacer todo lo posible para garantizar que la importación de trofeos de caza sea sostenible y legal“, afirmó.
El ministerio, sin embargo, sigue en conversaciones con los países africanos afectados por las normas de importación, incluido Botsuana, dijo la portavoz.
Australia, Francia y Bélgica se encuentran entre los países que han prohibido el comercio de trofeos de caza.
En marzo, el parlamento británico votó a favor de la prohibición de importar trofeos de caza, pero la normativa debe ser revisada antes de convertirse en ley.
Botsuana, junto con sus vecinos Zimbabue y Namibia, también ha argumentado que se le debería permitir vender sus reservas de marfil para poder ganar dinero con su creciente número de elefantes.
Pero los países de África Oriental, así como los grupos defensores de los derechos de los animales, se han opuesto a diciendo que fomentaría la caza furtiva.
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