El Cártel de Sinaloa controla hasta la venta de mariscos en Baja California
Además del tráfico de drogas y de migrantes, el Cártel de Sinaloa controla otras actividades legales en Baja California mediante las amenazas y las extorsiones, siendo una de ellas la venta de mariscos
Los negocios que se rehúsan a pagar las cuotas sufren ataques armados. Crédito: Dario Lopez-Mills | AP
El estado de Baja California es una región disputada por diversas organizaciones criminales, aunque las que tienen mayor presencia es el Cártel de Tijuana y el Cártel de Sinaloa.
Ambos grupos no solamente pelean por el tráfico de drogas y de migrantes, pues también controlan otras actividades mediante las amenazas y las extorsiones, y una de ellas es la venta de mariscos.
Así lo dio a conocer el semanario Zeta al detallar la manera en la que el Cártel de Sinaloa controla la principal cadena productiva de pescados y mariscos en el puerto de Ensenada.
De acuerdo con agentes de inteligencia desplegados en esa ciudad y consultados por el medio citado, entre febrero y marzo, “hubo un cambio de mando criminal y establecieron cuotas de 20,000 a 60,000 pesos mensuales para los vendedores de mariscos y pescados en la Zona Centro de Ensenada”.
“Los delincuentes hicieron una limpia: les pegaron a los extorsionadores identificados y aumentaron las cuotas de cobro a las víctimas, pero la evidencia es que los extorsionadores siguen siendo del Cártel de Sinaloa, al servicio de Alfonso y René Arzate”, señaló la fuente.
Ataques a negocios
Quienes se rehusaban a pagar las nuevas cuotas sufrían ataques armados, como ocurrió el pasado 20 de febrero, cuando criminales lanzaron una bomba molotov para incendiar la pescadería conocida como La Casita del Camarón.
En esa ocasión el daño fue mínimo, porque los dueños parecían estar preparados y protegieron la fachada con cortinas corredizas y hojas de aluminio, según revela el semanario Zeta.
Además, varias denuncias anónimas revelan la manera en que los vendedores y restauranteros son contactados. “Amablemente” los “invitan” a que sólo le compren producto a un distribuidor. “En caso de que sean sorprendidos comprando a otros, los amenazan”.
Así es como, de manera impune, el Cártel de Sinaloa se ha apoderado de la economía local en Ensenada, en donde los traficantes extorsionan a productores, comerciantes, pescadores, transportistas y restauranteros ligados con el consumo de mariscos y pescados del puerto. Esta situación, revelaron las víctimas, ha sucedido “durante casi tres años”.
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