Aditivos en helados, yogures y otros alimentos procesados se asocia con diabetes tipo 2
Ciertos aditivos en alimentos ultraprocesados están vinculados a un mayor riesgo de diabetes tipo 2. Los emulsionantes como carragenanos y fosfato tripotásico podrían aumentar significativamente este riesgo
Una investigación pionera realizada por un equipo de científicos en Francia ha arrojado luz sobre los efectos adversos de los alimentos ultraprocesados en la salud, específicamente en relación con el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Este estudio, publicado en The Lancet Diabetes & Endocrinology, ha revelado que ciertos aditivos comunes en estos alimentos podrían aumentar significativamente el riesgo de esta enfermedad crónica.
Los alimentos ultraprocesados, que constituyen una parte significativa de la dieta en Europa y América del Norte, representan entre el 30% y el 60% de la ingesta energética de los adultos. Estos alimentos suelen contener una variedad de aditivos, incluidos emulsionantes, que se agregan para mejorar su sabor, textura y vida útil.
Estos aditivos se encuentran en determinadas tartas, galletas y postres industriales, así como a yogures, helados, barras de chocolate, panes industriales, margarinas y comidas listas para consumir o para calentar.
Sin embargo, estudios epidemiológicos recientes han sugerido una asociación entre el consumo elevado de alimentos ultraprocesados y un mayor riesgo de diabetes y otros trastornos metabólicos.
Los emulsionantes, en particular, han estado bajo escrutinio debido a su ubicuidad en productos procesados y envasados. Estos incluyen una variedad de compuestos como mono y diglicéridos de ácidos grasos, carragenanos, almidones modificados y fosfatos, entre otros.
Aunque previamente se consideraban seguros según evaluaciones regulatorias, investigaciones recientes han planteado preocupaciones sobre su impacto en la microbiota intestinal y su posible contribución a la inflamación y la resistencia a la insulina.
El estudio francés, el primero de su tipo a nivel mundial, analizó datos de más de 100,000 adultos durante un período de seguimiento de hasta 14 años. Los participantes proporcionaron información detallada sobre su consumo de alimentos, incluidos los aditivos, a través de registros dietéticos repetidos regularmente. Los investigadores también realizaron ensayos de laboratorio para cuantificar la exposición a emulsionantes a lo largo del tiempo.
Emulsionantes y riesgo de diabetes
Los hallazgos revelaron una asociación entre la ingesta crónica de ciertos emulsionantes y un mayor riesgo de diabetes tipo 2. Carragenanos, fosfato tripotásico, ésteres de ácido mono y diacetiltartárico de mono y diglicéridos de ácidos grasos, citrato de sodio, goma guar, goma arábiga y goma xantana fueron identificados como los principales culpables. Por ejemplo, cada incremento en la ingesta diaria de 100 mg de carragenanos se asoció con un aumento del 3% en el riesgo de diabetes.
Aunque este estudio proporciona evidencia importante, los investigadores advierten que no se puede establecer una relación causal basada únicamente en hallazgos observacionales. Se necesitan más investigaciones, tanto epidemiológicas como toxicológicas, para comprender mejor los mecanismos subyacentes y confirmar estos resultados.
Sin embargo, los autores del estudio hacen un llamado a la reevaluación de las regulaciones sobre el uso de aditivos en la industria alimentaria para garantizar la protección de los consumidores.
El estudio también destacó algunas limitaciones, como la predominancia de mujeres en la muestra y un nivel de educación más alto que el promedio de la población general, lo que podría afectar la generalización de los resultados.
Sin embargo, la robustez del estudio, con una muestra considerable y un seguimiento a largo plazo, así como la consideración de múltiples factores de confusión, refuerza la validez de los hallazgos.
Los próximos pasos de la investigación incluirán un análisis más profundo de los efectos de estos aditivos en la salud, centrándose en los cambios en la microbiota intestinal y los marcadores sanguíneos. Los científicos también planean investigar los posibles efectos combinados de los aditivos y llevar a cabo estudios experimentales para respaldar aún más la evidencia de un vínculo causal.
Esta investigación destaca la importancia de ser consciente de la calidad de los alimentos que consumimos y de las implicaciones potenciales de los aditivos en nuestra salud. Si bien se necesitan más investigaciones, estos hallazgos subrayan la necesidad de políticas alimentarias más estrictas y una mayor transparencia en la industria alimentaria para proteger la salud pública.
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