Demandan a las autoridades de Los Ángeles por muerte por la espalda de un latino de 34 años
La querella indica que los alguaciles utilizaron innecesariamente la fuerza excesiva al dispararle a Arturo Cernas cuatro veces por la espalda
La familia de Arturo Cernas, de 34 años, -un hombre que era adicto a las drogas y que sufría de esquizofrenia- inició una demanda civil contra el condado de Los Ángeles por muerte por negligencia y violación de derechos civiles.
“Lamento que estemos otra vez aquí, porque oficiales se aceleraron demasiado y mataron a un ser humano”, dijo el abogado Luis Carrillo, en nombre de Maritza Casillas, la madre de Arturo y de los niños que dejó en la orfandad.
“No le pusieron atención que él era un ser humano que no merecía este resultado [la muerte]”, añadió Carrillo. “Y, por ende, los oficiales dejan a una familia entera agonizando por la falta de su ser querido”.
La base de la demanda civil federal indica que los alguaciles del condado de Los Ángeles utilizaron innecesariamente fuerza excesiva al dispararle a Arturo cuatro veces por la espalda. Los cuatro disparos fueron hechos por el oficial Carlos Maciel.
Las presuntas violaciones a la cuarta enmienda, sobre el uso de fuerza excesiva; violación de la decimocuarta enmienda por presunta negación de atención médica e interferencia con las relaciones familiares, además de falta de entrenamiento y muerte por negligencia, entre otras.
El informe de la autopsia difundido por la Oficina Forense de Los Ángeles confirma que Arturo Cernas recibió un disparo en la espalda.
Entre las cuatro heridas de bala que recibió Arturo Cernas, la bala que entró por la parte superior derecha de la espalda no tuvo salida, y en la trayectoria causó lesiones en el corazón y la aorta torácica, asociadas a una fractura costal, hemo pericardio y hemotórax bilateral.
Un video difundido por el condado de Los Ángeles confirma que Arturo no era una amenaza para los agentes.
“Si no me equivoco, eso pasó como a las 2:20 [a.m.]”, dijo la madre de Arturo, en una rueda de prensa. “Nos notificaron hasta las 9:30 de la noche que habían balaceado a mi hijo”.
La señora Casillas dijo que lo primero que se le vino a la mente fue que podría haber sido alguien que vive en la calle o que había estado involucrado en un pleito.
“Cuando nos dijeron que fue el Sheriff me quedé impactada; mi hijo nunca ha hecho algo malo como para que hayan tomado esa decisión de dispararle por la espalda…Al principio no quería creerlo, pero lamentablemente, así fue”, explicó.
“Nunca he mirado el vídeo y no quiero verlo. Quiero tener la imagen de mi hijo como era y no mirar ese momento tan doloroso”.
Tenía una pistola de aire comprimido
El incidente del 7 de agosto de 2023 fue capturado en un video corporal.
Las imágenes muestran los momentos previos al tiroteo mortal en una gasolinera, ubicada en la cuadra 17400 sur de la Avenida Central, en la ciudad de Carson, alrededor de la 1:55 a.m.
Supuestamente, Cernas estaba causando un disturbio y gritaba a los repartidores de gasolina. Se encontraba cerca de la entrada oeste de la gasolinera y actuaba de manera errática.
La versión oficial del LASD señala que Cernas estaba causando un disturbio y gritando a quienes surtían gasolina; aunque en el video se aprecia que no hay ningún cliente afuera del Food Mart.
Un oficial notó la culata de una pistola que sobresalía del bolsillo del pantalón de Cernas. Los agentes le dieron numerosas órdenes a Cernas para que mantuviera las manos en alto y no alcanzara ni sacara el arma de su bolsillo.
En la madrugada del 7 de agosto, Cernas estaba en posesión de una pistola de aire comprimido que es diseñada para disparar proyectiles esféricos metálicos llamados BB (bolas de bala), que son aproximadamente del mismo tamaño que los perdigones de plomo del tamaño de BB que se utilizan en las escopetas.
Justamente, cuando Cernas estaba de espaldas, tira su mochila al suelo y con su mano izquierda saca la pistola de aire comprimido. la tira hacia un costado y es cuando recibe la descarga del disparo, además de un disparo de un proyectil de espuma de 40 milímetros menos letal.
Los paramédicos que arribaron más tarde declararon muerto a Cernas en la escena del tiroteo.
La tragedia es investigada por la oficina del Inspector General (OIG), la Oficina de Asuntos Internos (IAB) del LASD y la oficina del Fiscal de Distrito del Condado y la División de Integridad del Sistema de Justicia (JSID).
Una vez terminada, la investigación criminal se enviará a la fiscalía de distrito, donde se determinará si la fuerza utilizada por el personal involucrado violó cualquier ley penal. Una vez que se complete la investigación de la Fiscalía de Distrito, el LASD evaluará las acciones del personal dentro de la aplicación de políticas, procedimientos y tácticas.
Disparar por la espalda
El abogado Michael Carrillo indicó que, en este tipo de casos rara vez la fiscalía de distrito presenta cargos criminales contra los oficiales involucrados en el uso excesivo de la fuerza letal.
“No lo sabemos. Nunca podremos decirlo porque a veces lo hacen, pero a veces lo hacen”, declaró.
“Ningún policía está capacitado para no disparar a menos que exista una amenaza inminente para tu vida o la de otra persona”, agregó el abogado Michael Carrillo.
“Aquí no había ninguna amenaza inminente para ningún ayudante del sheriff ni para ningún civil cuando dispararon sus armas”, añadió. “Aun así, le dispararon cuatro veces por la espalda. El policía bajo, ninguna circunstancia debe disparar por la espalda”.
Por su parte, el abogado Luis Carrillo, no especifico una cantidad específica para la familia en la demanda contra el condado.
“Queremos que se haga justicia; un jurado va a determinar el monto”, dijo. “Ojalá que George Gascón revise este tiroteo y le formule cargos criminales [al oficial Carlos Maciel].
Aunque la demanda es civil, los probables cargos penales contra el alguacil Maciel podrían ser, -dijo Carillo-: asesinato en segundo grado, homicidio involuntario, asalto con un arma mortal o intento de asesinato.
Testimonio de una madre
Mientras Matiza Casillas contenía su dolor, sus hijas y familiares estaban envueltas en llanto.
“Soy la mamá de Arturo Cernas. En su vida él no fue una mala persona; era bueno para una madre”, dijo la señora Casillas. “Siempre el hijo va a ser bueno, no importa lo que sea, pero esto que le hicieron es una injusticia, porque a pesar de su adicción, él nunca, nunca se le fue encima a nadie; obedecía siempre a la policía”.
Apretando las manos contra su pecho. Reconoció que su hijo estaba bajo la influencia de la droga.
“Pero no es justo lo que le hicieron a mi hijo ¿por qué le dispararon por la espalda? … Ahora solo pido justicia, porque me duele mucho. Soy su madre, lo quiero mucho, fue muy buen hijo y lo extraño”, agregó.
“Aunque haya sido así, yo siempre estuve para él, para darle un taco a mi hijo. Tuvo sus errores. Todos cometemos errores”, enfatizó.
“Nadie es perfecto en esta vida, pero lo que le hicieron a mi hijo fue una injusticia…Solo pido que ya no anden por ahí, matando muchachos”.