La Opinión Hoy: Veronica Palma, la rarámuri que corrió desde Los Ángeles hasta Las Vegas
Cuando corre, la ultramaratonista Veronica Palma no piensa en nada más que en escuchar el sonido del viento y llegar a su destino final con bien para llevar a su comunidad alimento, comida y motivación ante las adversidades de la vida.
"No pienso nada, simplemente seguir los kilómetros que me faltan, yo no mido el tiempo, no veo ni el tiempo ni nada", dijo Veronica. Crédito: Charlie Neibergall | AP
Verónica Palma tiene 34 años, trabaja en la coordinación de Pueblos Originarios de la Dirección General de Desarrollo Social en el municipio de Guachochi, en Chihuahua, México, y es una de las seis mujeres rarámuris que subieron al podio en el ultra maratón de “The Speed Project”, completando uno de los circuitos de relevos más complejos que existen desde el muelle de Santa Mónica, en Los Ángeles, hasta Las Vegas, Nevada, entre todas ellas: Yulisa Fuentes, Isidora Rodríguez, Lucía Nava, Angelina Orpinet, Rosa Ángela Parra y la propia Verónica Palma.
Tenían que dividirse los 550 km del recorrido sin parar durante tres días por una ruta con pendientes pronunciadas, caminos de tierra y angostos arroyos.
Los rarámuris son gente de piel cobriza cuerpos compactos y piernas largas con una extraordinaria resistencia para transitar grandes distancias a lo largo de la Sierra Tarahumara y para estas mujeres como para muchas otras en su comunidad, correr es una parte esencial en sus vidas.
Nuestra compañera Diana Gutiérrez tuvo la oportunidad de charlar con Verónica Palma y escuchar de su propia voz que para ella “correr es agradecerle a Dios por lo que tiene”.
Verónica Palma: “Soy municipio de Guachochi en una comunidad que se llama Mesa de Papajichi estoy radicada aquí en Ciudad Juárez desde hace 21 años, me dedico aparte de trabajar me dedico a hacer pequeñas iniciativas para colectar este calzado, ropa para comunidades en Zonas Serrana tengo un equipo de fútbol de mujeres me gusta trabajar con los niños y niñas”.
“Desde niña me gustaba mucho jugar más con los niños que con las niñas esté allá en La Sierra yo viví por 10 años, en La Sierra y este de niña saliendo de la escuela nos íbamos a jugar con mis compañeros, nos subíamos en el árbol volvíamos a bajar y volver a correr y así este prácticamente yo crecí descalza y pues así me gustaba correr“.
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