Ronda Política: Crimen y desamparo fuera de control

Hay un ambiente de temor entre los angelinos luego de la muerte de una abuela en el Metro y el ataque a un conductor de un autobús; no se diga el asalto a la residencia oficial de la alcaldesa

Police tape blocks a street in front of a property belonging to Sean "Diddy" Combs on Monday, March 25, 2024, in Los Angeles. Two properties belonging to Combs in Los Angeles and Miami were searched Monday by federal Homeland Security Investigations agents and other law enforcement as part of an ongoing sex trafficking investigation by federal authorities in New York, two law enforcement officials told The Associated Press. (AP Photo/Eric Thayer)

La policía de Los Ángeles ajustó las medidas de seguridad en Getty House. Crédito: Eric Thayer | AP

Cinco horas antes de que la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass presentara el lunes 22 de enero a los medios de comunicación, su presupuesto para el ciclo 2024-25, a una abuela de origen nicaragüense probablemente de su misma edad, le arrebataban la vida de manera brutal en una estación de un tren del Metro en North Hollywood. 

Esta abuela, quien venía de terminar su jornada laboral nocturna como guardia de seguridad, fue asesinada por una persona sin hogar, quien tenía un historial delictivo, al menos, uno de sus delitos, por atacar a otro pasajero en el Metro.

Un día antes, el domingo 21 de enero, un intruso se había metido a la Getty House, la residencia oficial de la alcaldesa.

El hombre solo causó daños materiales al romper la ventana por donde entró; y fue arrestado, pero ya un par de años atrás, en 2022 cuando la alcaldesa andaba en campaña, también entraron a robar a su casa, y le sustrajeron dos armas. Es decir, que ha sido víctima de crimen no una, dos ocasiones. 

En ese encuentro con los reporteros para hablar de su propuesta presupuestal, era obvio que el asunto del robo a su residencia, y el asesinato de la trabajadora en el Metro iban a saltar.

Sobre el atraco a su casa, solo dijo que estaba bien y agradeció al LAPD; en cuanto al segundo tema, además de lamentarlo, dijo que la seguridad en el Metro es mucho mejor ahora que meses antes. 

Sí, pero ese argumento no es ningún consuelo para la familia de la inmigrante asesinada, ni para los miles que a diario dependen del transporte público en Los Ángeles para ir al trabajo.

Cómo podemos estar mejor si acaban prácticamente de degollar a una madre y abuela trabajadora en el Metro; y una semana atrás, el conductor de un autobús del Metro fue apuñalado y se salvó de morir, de milagro.

Está tan mal la situación, que hasta a los propios trabajadores del Metro, ya les da miedo subirse a los autobuses y trenes de este sistema de transporte público para el que trabajan. Y no es para menos.

Las personas sin hogar tienen pase para subirse a los trenes y a los autobuses del Metro sin pagar, cuantas veces quieran. Y así como han hecho de las bibliotecas de la ciudad, su lugar de estancia durante el día ante la falta de alternativas de entretenimiento y techo, han convertido a los trenes y autobuses en su refugio.

Todo estaría bien, a no ser que muchos de los desamparados sufren de problemas graves de salud mental y no están recibiendo ni tomando los tratamientos médicos que necesitan.

Como resultado, subirse al tren y a los autobuses del Metro por estos días, es tirarse un volado, porque no sabes si vas a salir vivo o muerto.

La cosa se complica porque el tema del desamparo se ha politizado mucho, y los directivos del Metro están atados de manos, sin poder hacer mucho, porque la orden de los políticos y funcionarios electos, es dejar pasar a los desamparados. No sea que eso les ocasione protestas, y les haga perder votos. No importa que muchas de las personas en situación de calle, representan un serio peligro para pasajeros y para los propios trabajadores, por sus problemas mentales o adicciones. Habrá que preguntarse cómo están ayudando a los homeless viajeros permanentes del Metro.

La alcaldesa de Los Ángeles tiene una mayor responsabilidad porque casualmente es la presidenta de la Junta de Directores del sistema Metro.

Así que algo se tiene que hacer, y con urgencia porque no es posible que el crimen siga a sus anchas en el Metro. Es cierto que se han hecho esfuerzos, pero es claro que no han sido suficientes cuando trabajadores inocentes están muriendo.

Por otra parte, cómo hacerle creer a los angelinos que la seguridad pública está mejorando cuando se han metido a robar dos veces a la alcaldesa a su propia casa. O sea que ni ella, se escapa del crimen. Y eso que vive en una zona de ricos, altamente resguardada.

En su descargo, debemos decir que pese a las críticas, está empeñada en aumentar el número de policías y mejorar sus salarios para retenerlos, y que no se sigan saliendo en números alarmantes.

Sin embargo, no podemos negar que el crimen y el desamparo están fuera de control. Es momento de revisar las estrategias porque hay un miedo real entre los angelinos.

Solís hace campaña por Biden

La supervisora del condado de Los Ángeles, Hilda Solís estará en Wisconsin esta semana para unirse a la campaña Latinos con Biden-Harris, un esfuerzo nacional para atraer el voto latino hacia la fórmula demócrata.

Luego visitará varios pequeños negocios para hablar sobre el apoyo que les ha dado la administración Biden-Harris.

Aunque no lo crean, la lucha por el voto latino estará reñida. Un sondeo del mes pasado del New York Times y el Siena College reveló que los votantes latinos favorecen a Donald Trump sobre el presidente Biden en la elección presidencial: 46% para Trump, 40% para Biden. ​​

En esta nota

Crimen
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain