Ejecutan en Tijuana a líder criminal que había sido amenazado por el Cártel de Sinaloa
Rubén Duarte Roque, alias "El R", era jefe de escoltas de David López Jiménez, jefe regional del Cártel de Tijuana, pero un ataque armado en un bar terminó con su vida
La víctima se encontraba junto a sus escoltas cuando dos hombres llegaron al bar y les dispararon. Crédito: J. Guadalupe Pérez | AP
“Quién a hierro mata a hierro muere”, dice un popular dicho, el cual aplica a la perfección a los integrantes del crimen organizado, quienes suelen morir de maneras violentas tal como ellos cobraron vidas. Un caso así ocurrió en Tijuana, Baja California, dónde fue ejecutado un líder criminal que tiempo atrás fue amenazado a través de una narcomanta por el Cártel de Sinaloa.
Se trata de Rubén Duarte Roque, conocido con el alias de “El R”, jefe de escoltas de David López Jiménez, “Cabo 20”, principal operador del Cártel de los Arellano Félix en la delegación Sánchez Taboada de la ciudad fronteriza, quién fue asesinado a balazos dentro de un bar llamado “La cueva del peludo”.
Según testimonios difundidos en varios medios de comunicación locales, el hoy occiso se encontraba junto a sus escoltas cuando dos hombres llegaron al bar y les dispararon en múltiples ocasiones, causando la muerte del líder criminal y dejando heridos a dos de sus elementos de seguridad.
Autoridades de Tijuana recibieron el reporte de un hombre herido en un estacionamiento, al llegar los servicios de emergencia, trasladaron a los lesionados a un hospital y certificaron la muerte de Duarte Roque.
¿Quién era “El R”?
De acuerdo con el semanario Zeta, este hombre fue identificado por las autoridades como uno de los principales generadores de violencia en la región, por lo que era un objetivo prioritario.
Cabe destacar que “El R” ya había estado bajo custodia de las autoridades en varias ocasiones debido a su historial delictivo, pero en todas logró recuperar su libertad. Su última detención data del año 2022, en octubre de aquel año fue trasladado de Tijuana a Coahuila, luego fue liberado y volvió a la ciudad fronteriza.
Informes de Inteligencia indican que la célula homicida de Duarte Roque opera en varias colonias de Tijuana. Además de los homicidios, se dedicaban al cobro de piso y extorsiones a pequeños negocios.
Para extorsionar usan menores de edad que de manera aparentemente inocente llegan y dejan un papel con amenazas y número telefónicos, para que los comerciantes se comuniquen y accedan a las peticiones económicas.
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