Comando armado asesinó a un alcalde electo en Guerrero que había sido amenazado
Salvador Villalba, capitán retirado de la Marina y quien resultó ganador en las elecciones para la alcaldía de Copala,Guerrero, fue asesinado luego de recibir amenazas por un grupo criminal
A dos semanas de llevarse a cabo una de las elecciones más importantes en la historia de México, los crímenes en contra de los candidatos no paran, y una víctima más se sumó a esta lamentable lista.
Se trata de Salvador Villalba, quien en las pasadas votaciones resultó ganador para asumir la alcaldía de Copala, Guerrero, por lo que en los próximos meses tomaría el cargo.
Su muerte se registró este lunes cuando Villalba, quien era capitán retirado de la Marina, regresaba de la Ciudad de México y viajaba en un autobús por la carretera federal Acapulco-Pinotepa Nacional.
De acuerdo con los primeros reportes, la unidad fue interceptada por hombres armados, quienes obligaron al alcalde electo a bajar del camión para luego dispararle.
Contaba con custodia de la Guardia Nacional
Tras darse a conocer el crimen, políticos allegados a Villalba no descartaron que el ataque se cometiera por no ceder a las amenazas de un grupo criminal para intervenir en obras públicas a partir de que asumiera el cargo el 30 de septiembre.
“Nuestro candidato era muy reservado, no me dio detalles sobre las amenazas que recibió, sólo nos dedicamos a gestionar custodia para su seguridad”, explicó a Grupo Reforma Abraham Ponce, dirigente estatal del partido México Avanza.
Durante la campaña electoral, Villalba fue resguardado por elementos de la Guardia Nacional, pero en esta ocasión no le dieron acompañamiento porque, según las autoridades locales, el resguardo sólo era al interior del estado.
Este homicidio político se suma al ocurrió el pasado 29 de mayo, el último día oficial de campañas, cuando asesinaron a José Alfredo Cabrera, candidato a la alcaldía de Coyuca de Benítez en Guerrero.
De acuerdo con datos de la consultora Integralia y difundidos por la agencia EFE, México tuvo el 2 de junio la elección más violenta de su historia, con 34 aspirantes asesinados, aunque el Gobierno solamente reconoció 22 casos, mientras que la cifra de homicidios políticos ascendió a más de 250 al considerar también asesores, funcionarios y familiares de candidatos.
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