Joven de Utah acusada de matar a sus padres le dijo a la policía que lo haría de nuevo
Mia Bailey, una joven transgénero de 28 años, no mostró remordimiento al ser arrestada por matar a sangre fría a sus padres y disparar a su hermano
Una mujer transgénero de Utah acusada de matar a tiros a sus padres a sangre fría, dijo que “lo haría de nuevo” durante una escalofriante confesión ante la policía, después de ser arrestada tras una extensa persecución, según una declaración jurada.
Mia Bailey, de 28 años, fue arrestada cerca del templo mormón en St. George el pasado miércoles, varias horas después de que su madre y su padre fueran encontrados muertos en su casa.
Una vez bajo custodia, Bailey, quien recientemente cambió su género y nombre legal, confesó que fue a la casa de sus padres con la intención de matarlos, así como a su hermano, informó KSLTV, citando la declaración jurada del arresto.
“Lo haría de nuevo. Los odio”, dijo Bailey a los oficiales, refiriéndose a sus padres. De acuerdo con los documentos judiciales, Mia también refirió abiertamente su odio hacia su hermano, a quien le disparó a través de una puerta cerrada, pero pudo escapar de la sangrienta escena y llamar al 911 desde la casa de un vecino.
Posteriormente, los socorristas encontraron a Joseph Bailey, de 70 años, y Gail Bailey, de 69, muertos en su casa en Washington, cerca de la frontera con Arizona.
La joven también dijo a las autoridades que tenía “relaciones tensas” con otros familiares, algunos de los cuales dijeron a los investigadores que le tenían “miedo”, informó el medio citado.
“Todos estos familiares buscaron alojamiento alternativo para pasar la noche para garantizar su seguridad”, se lee en el documento.
Luego, Bailey supuestamente “se jactó” de cómo evadió a la policía durante varias horas después de huir de la casa de sus padres en un Kia Soul amarillo.
Actualmente enfrenta tres cargos de homicidio agravado, un cargo de robo agravado, y siete cargos de delito grave por disparo de arma de fuego.
Durante su búsqueda, se advirtió a los habitantes que estuvieran atentos a ella, ya que se la consideraba armada y peligrosa. La policía también notó que frecuentemente usaba pelucas y cambiaba su apariencia física.
Los oficiales recibieron un aviso y vieron a la sospechosa no lejos de la escena alrededor de las 2 a.m. del miércoles, pero ella ignoró sus órdenes de detenerse. En cambio, sacó una pistola de su cintura y la apuntó a su cabeza mientras continuaba alejándose de la policía hacia un barranco cercano, decía la declaración jurada.
Varias horas más tarde, Bailey fue acorralada por equipos SWAT en St. George, a unas 7 millas de donde tuvieron lugar los tiroteos.
Los vecinos dijeron que había tensión entre Bailey y sus padres debido a su transición de hombre a mujer. “Ya había volatilidad y malas vibraciones dentro de la familia”, dijo a KSLTV un vecino, Richard Zyszkiewicz.
Sin embargo, hasta el jueves por la tarde la policía no había comentado el posible motivo de los asesinatos.
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