La policía de Gardena incauta récord de fuegos artificiales ilegales

Fueron 75 toneladas de explosivos que se cree serían vendidos el 4 de julio

This June 1, 2018 photo released by Cal Fire shows illegal fireworks that were seized in Northern California. Six people have been arrested in what California authorities said Thursday was one of the largest illegal firework operations in state. (Cal Fire via AP)

La oferta de fuegos artificiales ilegales aumenta previo a los festejos del 4 de julio. Crédito: Cal Fire | AP

Tres hispanos fueron arrestados, después de que la policía de Gardena confiscó un récord histórico de 75 toneladas de fuegos pirotécnicos ilegales que fueron importados de China.

El arsenal de explosivos que presuntamente serían distribuidos para la venta, antes de las celebraciones del 4 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos, fue frustrado por la intervención de autoridades locales y federales.

La detección de los fuegos artificiales ilegales ocurrió el viernes en una bodega del 17000 de la Avenida Vermont, en la ciudad de Gardena, cerca de la calle 180 y al oeste de la autopista 110 sur.

La cantidad de fuegos artificiales superó en más del doble las 32 toneladas incautadas en el sur de Los Ángeles, en 2021. Tiene un valor aproximado de siete a 10 millones de dólares.

Alejandro Rodríguez, de 44 años y Daniel Gudiño, de 25, ambos residentes de Wilmington y Natalie Navarro, de 30 años. residente de Carson, son los tres sospechosos de poseer el arsenal de explosivos en una bodega comercial.

Los tres arrestados ya fueron procesados bajo sospecha de posesión de explosivos y diversos delitos de violación de armas. Fueron liberados bajo palabra sin el pago de fianza, de acuerdo con los registros carcelarios.

El caso está en manos de la fiscalía de distrito de condado de Los Ángeles, que, en última instancia será la que determine los cargos criminales por la posesión de explosivos, además de que a los sospechosos también se les encontraron algunas armas. Ellos podrían enfrentar cargos federales similares a los que recibió Arturo Ceja III.

“Según nuestra investigación y la información proporcionada por Cal Fire, creemos que esta es la incautación de fuegos artificiales más grande en el estado de California”, dijo el teniente Christopher Cuff, portavoz del Departamento de Policía de Gardena.

En rueda de prensa, el teniente Cuff señaló que la investigación es una parte crucial de todo un plan integral de control de fuegos artificiales.

En el operativo que fue dirigido el jefe de policía Mike Saffell, participaron representantes del Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California, o Cal Fire; oficiales de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF),  elementos del Departamento de Bomberos del Condado de Los Ángeles, el Departamento de Policía de Hawthorne y agentes del Departamento del Sheriff del condado de San Bernardino.

Aunque se trata de una investigación en curso, el teniente Cuff manifestó que “parece” que los fuegos artificiales fueron importados de China.

Agregó que los expertos de Cal Fire y la ATF no tuvieron problemas para transportar los fuegos artificiales porque estaban contenidos de manera estable. Con todas las medidas de seguridad pertinentes, ya fueron eliminados en un parque de San Bernardino.

La pirotécnica que estaba apilada en cajas dentro del almacén en 153 plataformas de madera, y la mercancía, en vuelta en cajas estaba lista para su distribución. Junto con los fuegos artificiales, la policía encontró 2,000 dispositivos destructivos ilegales y 10 libras de explosivos caseros.

Para retirar los fuegos pirotécnicos ilegales del área comercial y residencial, las autoridades necesitaron 553 remolques y un camión grande de 140 pies.

El teniente Cuff aseguró que los fuegos pirotécnicos ilegales que decomisaron estaban colocados lejos de cualquier posibilidad de alguna fuente de ignición externa que pudiera haber provocado una detonación.

“Estaban bastante estables”, explicó. “Podrían haberse quedado allí durante mucho tiempo”.

Por su parte, el sargento José Ávalos del Departamento de Policía de Gardena, informó que la detención de los sospechosos ocurrió cuando las autoridades detuvieron su automóvil y confiscaron unos cohetes que tenían en su interior. Ellos mismos los llevaron al lugar donde tenían todos los explosivos.

Comunidad sorprendida

Frente a la bodega donde se hallaron los fuegos pirotécnicos se encontraba una casa rodante adherida a la entrada principal y algunos vidrios rotos estaban esparcidos en el piso, además de una camioneta de FedEx.

Para las autoridades de Gardena, su objetivo en su plan de fuegos artificiales es “mantener la calidad de vida de los residentes de la ciudad, de nuestras personas mayores, nuestros veteranos y la seguridad de la comunidad”, según el teniente Cuff.

Sin embargo, la noticia de la incautación no tomó por sorpresa a nadie.

“Pasa todos los días”, dijo un hombre hispano que prefirió mantenerse en el anonimato y que trabaja en un negocio de pinturas, ubicado en la propiedad donde confiscaron las 75 toneladas de pirotecnia.

“Pudo haber explotado todo el vecindario”, comentó el propietario de una compañía de absorbentes y desecantes de la zona. “Donde quiera que haya una oportunidad de hacer dinero rápido, ahí siempre habrá gente que quiera aprovechar la oportunidad”.

En efecto, en las inmediaciones de la bodega hay numerosos complejos de departamentos y un edificio de ATT.

“Qué bueno que hayan arrestado a las personas que tenían ese peligro a nuestro alrededor”, dijo Theresa Smith, quien vive a escasos metros del sitio donde las autoridades removieron los fuegos pirotécnicos durante todo el fin de semana.

“La gente ya no se va a preocupar acerca de las actividades ilícitas de esas personas que crean mucho peligro. Nosotros ni siquiera sabemos qué es lo que hacen a escondidas”.

Para el hondureño John Almendárez, un trabajador de la construcción que cambiaba las tejas de un departamento, auxiliado por Rubén López y Cornelio Díaz , consideró que “es muy común” que a las personas se les confisquen fuegos pirotécnicos ilegales.

“Las ventas antes del 4 de julio se hacen sin control”, dijo. “Acuérdese lo que pasó en la calle 27 y San Pedro [en Los Ángeles] cuando la policía quiso destruir la pirotecnia que había confiscado”.

En efecto, en julio de 2021, el mal manejo de unas 5,000 libras de pirotecnia por parte de oficiales del Departamento de Policía de Los Ángeles explotó en un barrio de casas donde la mayoría son latinos. Varias casas y automóviles dieron dañados y hubo 16 personas heridas, tres de ellas de gravedad.

Algunos de aquellos fuegos artificiales parecían ser grandes dispositivos del tamaño de un mortero.

En dicha ocasión, Arturo Ceja III, quien había transportado de manera ilegal toneladas de explosivos desde Nevada a Los Ángeles, enfrentó cargos federales. En 2022 fue sentenciado a cinco meses de cárcel en una prisión federal.

En la actualidad, algunas familias damnificadas y sus hijos por aquella tragedia aún siguen viviendo en hoteles.

“ ¿Qué podemos hacer nosotros, si a los que la policía tiene a la vista no los detiene?  ¿Qué se puede esperar de los que hacen maldades a escondidas?, cuestionó John Almendarez.

Por su parte, el señor Rubén López, de 72 años, originario de Jalisco resumió: “En realidad, peligro hay dondequiera”.

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