Trabajadores a la intemperie en el sur de California: ‘aguantar el calor es lo más pesado’

Marcos Rodríguez solo tiene cinco meses como vendedor ambulante de raspados el área de Los Ángeles, pero durante las últimas dos semanas, el vendedor ha sentido lo difícil de realizar esa tarea bajo las condiciones creadas por el calor de verano.

“Aguantar el calorón sin sombra es lo que más se le hace a uno pesado”, dijo Rodríguez, quien viste sombrero y playera de manga larga para protegerse de los rayos del sol.

El vendedor ambulante es originario de Puebla y tiene más de 10 años de experiencia trabajando como cocinero en restaurantes japoneses, pero debido a que las cosas se complicaron, tuvo que buscar empleo como vendedor en las calles. 

Generalmente Rodríguez trabaja seis días a la semana en un horario de 10 de la mañana a 7 de la noche. Debido a que últimamente las temperaturas llegan o rebasan los 90 grados, siempre carga su agua para hidratarse lo mejor posible.

El vendedor no quiere que le pase lo que le paso a uno de sus colegas, quien recientemente se desmayó, mientras trabajaba al aire libre y ante los fuertes rayos del sol.

“Aunque haga mucho calor, uno tiene que trabajar”, subraya Rodríguez, mientras atiende a sus clientes y sirve un raspado, otro y otro.

Las largas horas vendiendo no lo amedrentan a Rodríguez, pero lo que si le preocupa es que cada vez los rayos del sol parecen más intensos y este año se espera uno de los veranos más calurosos que haya habido en Los Ángeles.

El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) ya anunció recientemente que del 9 al 11 de julio hay posibilidad de que la temperatura rebase los cien grados: de 98 a 108 grados F., en varias partes del condado de Los Ángeles como en Pasadena, Van Nuys y el Este de LA.

Además, los voceros de NWS advirtieron que la ola de calor de larga duración continuará generando condiciones climáticas de elevadas a críticas, situación que puede provocar incendios en las áreas secas y llenas de maleza. 

Rigoberto Quintana, originario de San Salvador, ha sido jornalero por más de 45 años. Él inmigrante se especializa en la instalación de techos, pero hace unos años fue diagnosticado con una condición de salud en su sistema respiratorio.

“Esos calores me arruinaron las vías respiratorias”, dijo Quintana. “Tengo problemas para trabajar con el asfalto ya que recientemente se me dañaron los pulmones y los bronquios”.

Por ahora Quintana dice que sus doctores tienen su enfermedad bajo control y aunque ya tiene 67 años de edad, el trabajador sigue laborando.

De acuerdo con el jornalero, las temperaturas pueden llegar hasta 120 grados cuando uno trabaja en los techos durante el día; aunque subraya ya haberse acostumbrado a las altas temperaturas durante el trabajo.

No obstante las dificultades y los retos que enfrenta en su trabajo, Quintana dice sentirse orgulloso de ser jornalero porque gracias a ese empleo pudo sacar adelante a sus tres hijos, inclusive, con grado de universidad.

“Me levantaba diario a las 5 de la mañana, abría la puerta del cuarto de ellos, los miraba y a trabajar; de lo contrario no se alcanza el sueño americano”, explica Quintana.

El trabajador inmigrante ha estado asociado con el Centro de Recursos Centroamericano (CARECEN) por más de 40 años, pero ahora solo asiste unos días a la semana porque ya no tiene necesidad de trabajar diario como antes lo hacía.

En el centro de jornaleros de CARECEN, los trabajadores pueden inscribirse gratis para poder llegar y esperar un empleo, además de tomar sombra y agua entre otros recursos.

De acuerdo con Jorge Nicolas, el coordinador de jornaleros en el centro de CARECEN en Westlake, muchos de los trabajadores no tienen otra opción más que arriesgar la vida y trabajar a pesar de las altas temperaturas.

“En esta situación de crisis económica cada trabajador valora la oportunidad que tienen”, dijo Nicolas. “Debido a que muchos tienen que mantener familias, no les queda otra que exponerse a las altas temperaturas”.

Recomendaciones

Algunas recomendaciones del Servicio Meteorológico Nacional incluyen: tomar todas las precauciones que consideren necesariasw, ponerse ropa ligera, limitar las actividades al aire libre durante las horas de más calor y realizar actividades físicas o muy temprano o en la tarde cuando las temperaturas han descendido. Además, y muy importante, tomar acción inmediata cuando sienta síntomas de agotamiento o un posible golpe de calor.

Algunos de los síntomas de los golpes de calor incluyen: temperatura de más 104 grados F., o más, náusea y vómito, piel enrojecida, dolor de cabeza, y un aumento de la frecuencia cardíaca, de acuerdo con el Mayo Clinic.

Según la administración de Seguridad y Salud en el Trabajo (OSHA), el calor es la principal causa de muerte entre todas las condiciones climáticas peligrosas en los Estados Unidos.

Durante tiempos con calor excesivo la agencia federal recomienda mantenerse hidratado, tomar descansos por lo menos cada hora y encontrar sombra para los descansos.

Aunque algunos trabajadores tal vez quieran evitar los descansos, la agencia asegura que durante condiciones especialmente calurosas no es recomendable; además, los empleadores deben asegurar que los trabajadores descansen para mantener condiciones de trabajo seguras.

El calor excesivo en el lugar de trabajo puede causar una serie de efectos adversos para la salud, incluido un golpe de calor o hasta la muerte, si es que no se trata adecuadamente y rápido, según OSHA.