Muere Richard Alatorre, el líder que abrió camino a los latinos
Es considerado uno de los políticos más influyentes en el estado; su legado permanecerá por siempre
Richard Alatorre, el líder que abriera las puertas de la política a los latinos y despejará el camino para que la comunidad latina tuviera una representación justa, murió ayer a los 81 años en Los Ángeles, víctima del cáncer.
Las muestras de solidaridad no se hicieron esperar en las redes sociales.
“Richard fue más que un servidor público. Fue un amigo y un líder transformador cuyo impacto será sentido por generaciones. Su muerte pone fin a una era, pero su legado perdurará en los corazones y vidas de incontables angelinos”, dijo el concejal Kevin de León.
Alatorre nació en 1943 en Boyle Heights. Fue hijo de Joe Alatorre de El Paso, Texas, un reparador de una fábrica de estufas, y Mary Alatorre de Arizona, esteticista.
Creció en el este de Los Ángeles; asistió a la Garfield High School donde llegó a ser presidente de los estudiantes.
Es probable que el expresidente John F. Kennedy lo haya inspirado. Luego de que el 1960 lo escuchara hablando en el Colegio del Este de Los Ángeles, comenzó a repartir volantes y se involucró en la campaña de Leopoldo Sánchez, candidato latino a juez.
Se graduó como sociólogo por UCLA y obtuvo una maestría en administración pública por la Universidad del Sur de California.
Tras graduarse trabajó para el asambleísta Walter Karabian. Fue director regional en el oeste del NAACP Legal Defense Fund donde inició con éxito demandas judiciales en nombre de niños, muchos de quienes habían sido asignados a clases para discapacitados mentales porque hablaban español; dirigió los esfuerzos por el voto latino en la fallida campaña alcalde de Tom Bradley e impartió clases de civismo para los presos en la prisión federal Terminal Island.
Fue asambleísta de 1973 a 1985 y fue el segundo latino en ser concejal de Los Ángeles en el siglo 20. A lo largo de su carrera, siempre se mantuvo fiel a sus raíces en el este de Los Ángeles.
Alatorre fue un fuerte aliado del alcalde Tom Bradley; defensor de los derechos civiles y ayudó a organizar refugios para las personas sin hogar; al mismo tiempo que trabajó para lograr incentivos fiscales para las zonas empresariales estatales en el este de Los Ángeles.
Como asambleísta fue el autor principal del Acta de Relaciones Laborales Agrícolas que dio derechos de negociación colectiva a los trabajadores agrícolas.
“Su liderazgo en la redistribución legislativa de 1981 fue un punto de inflexión para el poder político latino en California, garantizando que nuestra comunidad finalmente tuviera la representación que merecía”, dijo De León.
Alatorre deja un legado de valor, determinación y una dedicación implacable a la comunidad.
“Fue un pionero que abrió puertas para los líderes latinos y aseguró que sus voces fueran escuchadas. Sus contribuciones al empoderamiento político de los latinos en California no pueden ser sobreestimadas”, agregó.
El concejal Tim McOsker dijo que Richard Alatorre ya era un gigante en la política local y estatal cuando llegó por primera vez al Ayuntamiento hace años.
“Era decidido, fuerte e increíblemente directo y honesto. Siempre valoraré el tiempo que se tomó para sentarse y discutir los problemas y brindar asesoramiento durante mi mandato inicial en la oficina del Fiscal de la Ciudad y luego en la oficina del Alcalde.
“Entendió el poder de los cargos que ocupó, pero siempre lo aplicó con un toque local genuino. Que descanse en paz”.
Luis Alejo, expresidente de la bancada latina en la legislatura de California publicó en Facebook, que Alatorre fue el primer presidente del caucus latino de 1973 a 1978.
“Despejó el camino para que la comunidad latina ganara más representación y poder político en los pasillos de la legislatura en Sacramento. Muchos de nosotros le debemos mucha gratitud por abrir oportunidades para que los latinos ganáramos más representación equitativa en todos los niveles de gobierno.Descansa en el poder, hermano”, dijo Alejo.
Su hijo Darrell Alatorre publicó en Facebook: “El dio la batalla hasta el final, pero nos sentimos aliviados de que ya no va a sufrir más”.
Añadió que lo amará por siempre y le agradece por su sabiduría, sus lecciones y el amor que mostró por otros y que le dio a él como hijo.
“Disfrute de un plato de menudo acompañado de aguacate en el mejor restaurante mexicano que el cielo tiene para ofrecer”, escribe su hijo Darrell.