Comienza la ola de asesinatos en Sinaloa tras la captura de “El Mayo” Zambada

A casi un mes de la captura de Ismael “El Mayo“ Zambada en territorio estadounidense, y tras una aparente calma en el estado de Sinaloa, finalmente comenzaron a registrarse los primeros hechos de violencia que podrían interpretarse como una reacción al arresto del líder criminal.

El primero de ellos fue la muerte de Juan Carlos G., alias “El Vampi”, un hombre cercano al Mayo Zambada y a sus hijos que fue emboscado en una carretera de Culiacán.

A su crimen se unió el asesinato de otras 10 personas el pasado finde semana en Sinaloa, entre las que destaca la ejecución de Martín García Corrales, quien junto con su hermano Leobardo eran dos importantes traficantes de fentanilo ligados al Mayo Zambada que incluso estaban en la mira de las autoridades estadounidenses.

El cadáver torturado de Martín, por quien EE.UU. ofrecía hasta cuatro millones de dólares de recompensa por información sobre él y de su hermano, apareció en un camino rural del municipio de Elota, cerca de Culiacán, y otros dos cuerpos yacían junto a él.

Un día antes se registraron cuatro homicidios, y a todos ellos se refirió el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, al relacionarlos con el arresto del narcotraficante.

Autoridades temen reacción violenta

“El domingo hubo dos, el sábado hubo seis y el viernes cuatro. Estos seis y estos cuatro sí tienen que ver con relaciones de las organizaciones del crimen organizado. Se detectan, nosotros los estudiamos y los vinculas al momento, al entorno que se está dando después de lo ocurrido el 25 de julio, cuando ocurrió la captura de dos personajes de las organizaciones delincuenciales”, indicó el gobernador.

Asimismo, reconoció que hay preocupación en la entidad ante un eventual ajuste de cuentas entre facciones del Cártel de Sinaloa, luego de la traición de Joaquín Guzmán López al Mayo.

Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador también fue cuestionado sobre los asesinatos registrados en Sinaloa durante el fin de semana, aunque él habló únicamente sobre un par de personas supuestamente ligadas con Ismael Zambada.

“Todavía se está investigando, son dos personas que fueron asesinadas, se está haciendo la investigación también en la Fiscalía y nosotros deseamos que no se agrave la situación en Sinaloa”, indicó.

Como respuesta a esta ola de violencia, el gobierno mexicano envió a 600 militares en un convoy encabezado por camionetas con armamentos de alto calibre, lo que hizo recordar a los habitantes de Culiacán el despliegue de soldados registrado en octubre de 2019, cuando fue el primer intento para detener a Ovidio Guzmán López, hijo de “El Chapo”.

Estos 600 militares se integraron a labores de otros 400 elementos que fueron enviados a Sinaloa entre el 26 y 28 de julio, justo después de la detención de Zambada en EE.UU.

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