El plan de Kamala Harris para combatir la inflación: ¿funcionaría?

En un discurso, Kamala Harris prometió legislar la especulación de precios como una manera para reducir la inflación de los alimentos: ¿qué dicen los expertos?

Inflación de alimentos

El aumento en los precios de los alimentos es uno de los que más golpea el bolsillo de los estadounidenses. Crédito: Shutterstock

El viernes 16 de agosto fue un día sumamente activo para la candidata demócrata a la presidencia y actual vicepresidente de los Estados Unidos, Kamala Harris. Durante un discurso, presentó un plan económico con el que buscaría combatir la inflación, reducir el costo de vida y mantener el precio de alimentos. Aquí los detalles y los efectos que esto podría ocasionar.

Durante su discurso, Harris resaltó el 25% de aumento en los precios de los alimentos desde enero de 2020. Algunos alimentos han experimentado aumentos aún más grandes, como la barra de pan, que cuesta aproximadamente 50% más que antes de la pandemia de Covid-19. A pesar de los altos costos, Harris destacó que algunas empresas de alimentos están disfrutando de ganancias récord, por mucho que argumenten que el aumento de precios en sus productos se derivó de un incremento en sus costos operativos.

Ante esto, la candidata demócrata aseguró que se centrará en los negocios que no “cumplen las normas” al aumentar los precios ilegalmente. Garantizar la competencia en el sector es esencial para reducir los costos de los alimentos para los estadounidenses, aseguró. En pocas palabras, se busca una competencia más sana en la industria, en la que se reduzca la especulación con los precios para reducir los precios al consumidor.

La especulación con los precios es la forma en la que se define a la práctica de las empresas que cobran precios excesivamente altos por artículos que se vuelven escasos, como después de un fenómeno climático extremo, por ejemplo.

La inflación de los precios de los alimentos puede suceder por diversos factores. Entre los más comunes y relativamente naturales, el aumento de precios puede surgir por mayores costos laborales de los fabricantes que repercuten en los consumidores. Por ejemplo, después de la pandemia, hubo una escasez de trabajadores en la cadena de suministros, lo que generó un aumento en los costos de transportación.

“Hay muchas razones para la alta inflación que hemos sufrido en los últimos años, pero las prácticas de fijación de precios agresivas o injustas están al final de la lista, si es que están en ella”, comentó Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics, a CBS MoneyWatch. “Puede que haya sido un problema más grave cuando las cadenas de suministro se vieron afectadas por la pandemia, pero hoy es difícil señalar ejemplos significativos de especulación con los precios“.

La línea que divide la especulación de precios y el aumento por demanda o costos más altos es muy delgada. Según la guía del Grupo de Investigación de Interés Público (PIRG), los precios extraordinariamente altos, que superan el 20% del costo habitual de un artículo, son una señal de especulación de precios. Por ejemplo, si una botella de agua de una marca cuesta el doble que el producto de un competidor, eso podría formar parte de este fenómeno especulativo.

Aunque hay decenas de estados que tienen leyes que prohíben esta práctica, actualmente no existe ninguna ley federal que la prohíba. Kamala Harris busca legislar este aspecto en su gobierno en caso de ganar la presidencia.

PIRG insta a los consumidores que crean que se encuentran con una manipulación de precios a que lo denuncien a la empresa, así como al fiscal general de su estado.

A pesar de lo prometedor que tiene este plan, algunos economistas consideran que una prohibición federal sobre la especulación de precios no reduciría los precios de los alimentos. Su argumento se deriva en torno de que a pesar de que ya hay legislaciones estatales, la inflación de los alimentos no se detiene.

“Hay estados que ya tienen leyes vigentes para detener los precios predatorios cuando hay una crisis. No es una mala idea que la ley federal haga lo que hacen las leyes estatales, pero no sé si desempeñará algún papel en la reducción del costo de los alimentos en el contexto actual”, comentó Zandi.

Por otra parte, los economistas coinciden con Harris en que aumentar la competencia en las industrias de alimentación y de productos alimenticios podría ayudar a hacer frente al aumento de los precios de los alimentos al aumentar la oferta de productos en el mercado. Eso, a su vez, daría a los consumidores más opciones y, al mismo tiempo, reduciría la capacidad de las empresas para fijar precios irrazonablemente altos.

De acuerdo con una encuesta de Yahoo Finance/Ipsos del año pasado, dos tercios de los votantes señalaron que la inflación se siente más fuerte en los precios de los alimentos. Asimismo, muchos culpan a la especulación de los precios como una razón para que suban de precio, según otra investigación.

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